—¿Y él está en Gwangju? — Asentí. —Qué triste, se ve que lo quieres. ¿No te da miedo tener una relación a distancia?

Negué, eso no era lo que temía, de hecho— No, acordamos vernos de vez en cuando, y siempre y cuando haya comunicación todo bien. Quizá funcione, quizá no, pero siento que debo ser feliz por el momento con él.

Hoseok me observó en silencio cuando hubimos bajado todas las escaleras. La Sra. Jung me saludó y pidió que me acercara a la mesa. Lo hice inmediato apenas dejé mi enunciado. Me senté y miré a Hoseok cuando me habló— Me diste una buena idea para mi programa de mañana. Haré una gran investigación de testimonios de relaciones a larga distancia. Me gustaría que me ayudes, claro si es que tienes tiempo ¿Qué dices?

Mi corazón se emocionó, por supuesto. — ¡Claro que sí! Me encanta realmente tu programa, de hecho me ha ayudado bastante y ahora que recuerdo ¿Has estudiado psicología o algo relacionado?

A veces me preguntaba si Hoseok era psicólogo por muchos temas que hablaba. La última vez que le había oído era sobre las etapas del duelo, dejándome llorando por media hora. Claro, que él no lo sabía. Él negó—No, de hecho estudié comunicaciones, pero sé sobre esos temas porque me interesan. Incluso sé muchas cosas de medicina por eso. Llevé un curso de psicología durante la universidad y por eso me interesan esos temas. Por ejemplo recuerdo que todo empezó por cómo se activa el hipotálamo ante las diferentes emociones, especialmente las de ataque y defensa , todo me pareció tan curioso que no dejé de indagar. Incluso consideré en cambiarme de carrera, pero amo mi carrera de hecho.

Alguien tosió en la mesa haciendo que suelte la mirada de Hoseok, observé a Jiwoo y Miyeon, sobretodo, mirándonos con curiosidad. —Veo que se llevan muy bien ya— dijo la Sra. Jung, con una sonrisa cómplice.

—Es porque me gusta su programa— le dije, sonriendo también. Pude escuchar la risa de goce de Hoseok. Jiwoo también sonrió, pero Miyeon no.

—Deberías llevarla un día, Hoseok. —Sugirió Jiwoo, pero negué. Eso sería mucho.

—Puede ser, pero aún no. Primero quiero conversar contigo sobre estos temas ya que si me escuchas es porque debe interesarte mucho ¿O me equivoco? —Hoseok dijo, pues no se equivocaba. Me encantaba su programa tanto por su voz y por su variedad de temas. Negué. Definitivamente no se equivocaba. —Bien, ahora por fin podré conversar con alguien realmente. Me agradas mucho, Nami. Seremos buenos amigos.

Sonreí ante sus palabras. Desde que había pisado Seúl todo estaba marchando bien, así que asentí. Quizá necesitaba un amigo como Hoseok para comprenderme más.

Hoseok y yo salimos de la casa una hora después del desayuno puesto que a él le tocaba lavar los platos. Le había ayudado, pues me convenció mientras me contaba muchas de sus experiencias en la radio. —¿Entonces crees en los ovnis?

Asentí. —Digo, sí existimos nosotros ¿Por qué ellos no? O sea, no creo que tengamos tanta "suerte" para que solo existan organismos vivos en esta parte del universo. No digo que haya otros humanos por ahí, no, sino otra especie. ¿Alguna vez has visto la huésped? Cuando vi esa película fue cuando más afirmé mi posición, pues ver la forma de ese alienígena me hizo pensar que todas las cosas que nos muestran en películas no necesariamente deben ser alienígenas. No sé cómo explicarme, es decir —continué titubeando. Con Jungkook a veces hablaba de esos temas. — pueden ser miles de especies, pueden ser seres 5D, pueden ser "bichos" o pueden ser inclusos como la típica imagen que nos venden, de aquellos hombres verdes o grises. O quién sabe, quizá lucen como nosotros, pero lo que sé es que no estamos solos en el universo.

Hoseok me miró con la boca abierta al punto que tuve que decirle un ¿Qué? —Es exactamente lo que pienso. Claro, que a mí no se me vino la idea tras ver ¿La huésped? Bien, debo ver esa película.—se dijo a sí mismo. Parecía un niñito— a mí se me vino a la mente todo eso cuando supe que significaba Área 51 o cuando vi Apolo 18, no sé cuándo sucedió exactamente, pero fue en esa época hace unos ocho años. ¡Dios hace mucho que no hablaba de cosas tan variadas con alguien!

Hoseok parecía tan feliz que me contagió su sonrisa. —¿Entonces también crees en la reencarnación?

Le pregunté. Últimamente pensaba en eso y no sabía por qué, quizá esperaba que en alguna parte del mundo Namjoon haya renacido.

—Sí, pero no sé mucho del tema siendo sincero ¿Quisieras hacer una averiguación conmigo sobre eso? ¡Podría invitarte a la radio!

—¡No, eso es mucho! —le dije avergonzándome. Apenas llevaba horas de conocerlo y me ofrecía eso. Me sentía tan fuera de sí.

—Lo vas a amar. También debes conocer a Yoongi, él también trabaja conmigo, pero no como locutor, sino que se encarga de otra área. Es un buen tipo, y está tan loco como nosotros. ¡Te caerá súper bien!

—¿Yoongi? — Por alguna razón el nombre me pareció familiar. — Quizá sea bueno conocer a alguien más después de todo no conozco a muchas personas aquí en Seúl.

—¡Descuida! ¡Para eso estoy yo!— se señaló así mismo haciendo que vuelva a sonreír. Por primera vez después de meses podía sonreír tranquilamente, sin acordarme de mi pasado. Después de todo... No estaba bien el irme. —¡Bien, andando! Tendremos poco tiempo para hablar si seguimos a este paso...

Salí de la oficina de registro con un montón de papeles encima, pero todo estaba finalizado. Ya estaba matriculada y empezaría clases la siguiente semana. Miré mi horario, observando los mismos cursos que había cursado en mi antigua universidad otra vez. Los tenía que llevar debido que cuando sucedió el accidente apenas había acabado exámenes de la mitad de mi primer semestre como estudiante de música. Luego del accidente, no me aparecí más, solo para mi retiro. No quería pisar un lugar donde todos me preguntarían por Namjoon o me miraban con pena, no lo soportaba, y tampoco podía soportar ver a los de la fraternidad enemiga mirarme con burla. Me odiaban tanto como odiaban a Namjoon, y era más después de su muerte, quería golpearlos por también generar aquella tragedia. Hoseok se acercó para ver mi horario. —¿Estudias música?

Asentí. No era un prodigio, como dije antes, no como Namjoon. Namjoon era bueno en todo, tanto como en música, como en negocios, lo que él estudiaba. A veces me ayudaba con mis composiciones mientras yo le ayudaba con su técnica vocal. Tenía una voz preciosa, pero debía practicar más. Incluso le había aconsejado que su voz se acordaba tanto para ser rapero como vocal, cuando le dije eso, no dejó de escuchar Eminem y empezar a remedar su estilo. Con su gran fluidez en el inglés no le era tan difícil. Namjoon era un diamante en bruto, tenía para explotar mucho de sí.

—Me gustaría escucharte cantar. Oh, espera o ¿solo estudias composición? Lo siento si sueno tonto, pero no sé mucho de esa carrera.

Hoseok avergonzado me hacía acordar a un niño así que sonreí suavemente. —Estudiamos todo. Armonía, contrapunto, análisis musical, producción. Todo. No es como que te enseñen cómo cantar. Hay gente que no canta, pero ama la música en sí. Hay gente que canta, pero no sabe nada. Es todo relativo.

—¿Y tú qué eres? —me preguntó, devolviendo mi hoja.

—Soy completa. De hecho, fui instructora vocal en una escuela hace un año. Ahí fue cuando decidí que estudiar. Lo mío era solo una afición, pero terminó siendo mi todo. Toco algunos instrumentos y compongo, pero aún me falta mejorar. —Fui sincera. Namjoon decía que ese era mi talento, pero era él el talentoso de la familia, no yo.

—Juro que si te hubiera conocido hace unos años me hubiera enamorado de ti. — Hoseok dijo dejándome muda.—, pero amo a mi novia, así que no. Muchacha eres maravillosa. ¿Puedo adoptarte como mi hermana?

Hoseok era divertido, pero la tristeza invadió cuando dijo la palabra hermana. Namjoon me decía maravillosa. Fue notoria mi tristeza a pesar que sonreí. Miré a otro lado y luego guardé mis cosas en silencio. Hoseok seguía hablando y por alguna razón miré al cielo.

He dado un paso lejos de ti, Namjoon. Perdóname.

Screaming + myg + jjk ✔️Where stories live. Discover now