Nombre: Babysitter
Genero: LoveEran las cinco de la mañana tenía bastante sueño pero el trabajo llaman debía ir a cuidar a Sarah la hija pequeña de una amiga de mi mamá.
Normalmente ella va a cuidarla pero estaba enferma entonces me envió a mi.
Este día el cual podría estar dormida aún y disfrutando de mi vida de floja pero no debo de ir.
Me cambié la ropa por una blusa amarilla y un short blanco salí de casa y fui hacia donde mi mamá siempre iba.
Toque la puerta y me abrió una señora alta rubia.—Hola eres Maia cierto bueno entonces necesito que te quedes vuelvo mañana okay solo necesito que cuides a Sarah—
—Si claro no hay problema—Mebtira si lo hay no me apetece mucho cuidar a una niña.
La mamá de ella se fue y yo aún sin desayunar decidí sacar un poco de cereal.
Cuando pasó algo de tiempo Subi las escaleras y vi dos puertas. Una que decía Sarah y otra que decía Evan.
Abrí la que decía Sarah y me encontré con una pequeña niña castaña de unos cinco años.
—Sarah—La muevo un poco y me pongo de rodillas. Después de un tiempo consigo levantarla.
—Tu quien eres—Dice con su voz chiflada por ser tan pequeña.—Yo me llamo Maia—Le sonrió y la pequeña va corriendo a tocar la otra puerta que dice Evan.
—Abre tonto te voy a conseguir
novia— Suelto una risa y después de cinco minutos y algo más se abre dejando ver a un chico con cabello rubio y castaño. —Sarah ve a
dormir aún no llega la señora——Tonto mira alado ya te conseguí novia bueno no pero lo serán— Por ser tan pequeña no se entiende muy bien lo que dice y el chico por fin me ve.
Aprecio su rostro con ojos oscuros negros nariz perfecta y una sonrisa linda.
—Um, Hola— Dice apenado no entiendo por qué. Le sonrió devuelta. Y cierra su habitación.
—Quieres ir abajo a desayunar algo Sarah—Le digo poniendo mis manos en las rodillas para quedar un poco más pequeña. Esta asiente.
La ayudó a bajar y la siento en una silla. Tomo el cereal que antes agarre para comer.
Lo servi en un plato hondo y el voltearme casi lo tumbó gracias a Evan.
Pero el me tomo de la cintura evitando que me diera un buen golpe en la cabeza y tirara esto.
—Gracias—Dije algo sonrojada. Salí de ese incómodo espacio que había entre nosotros y volví con la pequeña Sarah le di de desayunar y pasamos todo el día jugando a lo que ella quisiera.
Hace una hora se nos había unido Evan pero la verdad yo ya tengo mucho sueño. Mandé a Sarah a dormir y tome un pequeño espacio de su cama para acurrucarme.
Pero por más que intente no pude dormir. Sus brazos y piernas me golpeaban. Me levanté de la cama y me fui al sillón de la sala.
—No quieres mejor dormir en mi cuarto—Era tentador tomando en cuenta que no tenía sabana y hacia frío y una cama era mil veces más cómoda.
Después de pensarlo mucho acepte. Por el sueño solo me tumbe en su cama en un lado y me tape un poco con la colcha.
Al despertar los rayos de sol golpeaban mi cara y estaba envuelta en los brazos de Evan y muy pegada a el.
Me sonroje y volví a cerrar los ojos. Es temprano no pasa nada.