Nombre:Enemys
Genero:Amor
Personajes:Peter Maximoff y Maia
Cooper.
POV.Peter
Todo el equipo había estado hablando de una mutante muy poderosa tenía dos habilidades o eran las que conocíamos la mía velocidad y controlar el fuego.
Llevaban dias preguntándose en quien iría por ella ya que como sabíamos no era de el todo buena y sería difícil encontrarla.
Me dieron la misión principalmente a mi ya que era el único que podría alcanzarla.
Pero de cualquier forma me acompañaban los demás en caso de que la situación se descontrolara. Normalmente la gente la encontraba en el bosque.
Haci que estábamos todos separados. A la velocidad que hiba era rápido haci que encontré una cabaña y pensé podría estar aquí.
Al abrir la cabaña estaban las luces prendidas. Okey pero por qué no se escucha nadie no sé si preguntar o directamente.
Subo al segundo piso y veo a una chica de mi edad un poco más pequeña de altura.
Con cabello castaño labios carmesí y en sus manos llamas estaba la dichosa Maia.
Se veía muy bonita pero no me podía desviar.
Al notar mi presencia arrojo una bola de fuego y salió corriendo. Le seguí el paso como pude en un segundo la perdí.
Pero la encontré escondida en un árbol esperando a que yo pasara por esa parte para atacarme.
Iba acompañado de Mystique en esta misión haci que si yo me distraía tenía a alguien quién me cubriera.
Y si acertaron me distrae muy fácil. En un pestañear de ojos Mystique la estaba ahorcando a Maia.
Maia le lanzaba fuego pero Mystique tenía forma de tierra. Me recordó al momento que había pasado yo en la batalla con Apocalipsis.
—No tienes idea de que te puedo hacer Raven—Gritaba ella enojada llena de rabia.
Raven me hizo una seña de que la llevara en cuanto antes a un lugar donde la pudiéramos tener.
Al encontrar el adecuado las dejé ahí. Maia no paraba de gritar enojada. Raven me pidió que le trajera lo que había hecho Hank.
Fui a la mansión y regrese en un segundo. No tengo idea que tenía pero la hizo dormir.
—Por fin se calló esa chica voy a avisarle a Charles que ya la tenemos y tú te quedas por si acaso—
—Bien—Se fue cerró la puerta con demasiadas cosas. Después de unos minutos se despertó.
Me miró con desconfianza pero sin el mismo toque de enojo que tenía cuando estaba Raven.
—Donde me has metido—Su voz era tranquila pero no expresaba nada.
—Estas en un lugar seguro no te preocupes—
—Y tú cómo te llamas—
—Peter—Le dije con una sonrisa. Se observó a si misma y creo que vi los no tan grandes moretones que tenía gracias a su pelea con Raven.
—O no te toques los golpes te va a doler más saliendo de aquí te ayudo con eso—Ya no la veía tan confiada como antes.
Era como si nos hubiéramos a otra persona a una más temerosa.
—No olvídalo creo que aquí hay cosas para curarte—
Parece confundida pero no me dice nada. —Por que buscas eso sí se supone que somos enemigos—
—Tu no eres mi enemiga te acabo de conocer—Digo llegando a su lado con un montón de cosas.
El líquido que le inyectaron vuele a dar sus frutos y cae dormida. Con su cabeza en mi hombro y dejándome a mi con una sonrisa tonta.
