Hombres de traje y nuevo pretendiente

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NOTA DE LA AUTORA

Este capítulo se viene largo para compensar la tardanza ;)

El coche frenó en seco. Justo cuando abría los ojos vi que Kevin apoyaba una mano en mi pecho, para que no me balanceara bruscamente hacia delante. Se lo agradecí con la mirada y luego observé que había ocurrido.

Teníamos delante un rebaño de ovejas, las cuales se dispersaban poco a poco. Todo a nuestro alrededor era prado, salvo por alguna que otra casa. Nos habíamos alejado mucho de la ciudad, estábamos en mitad del campo.

-¿Dónde estamos?

-Mejor que no lo sepas.-comentó mi padre-Por si acaso.

Puse mis ojos en blanco y luego miré a Kevin. Tenía el pelo revuelto, seguramente él también se había quedado dormido.  

Después de un largo rato en silencio, divisamos más casas. Cada vez nos acercábamos más y se podía ver lo que eran en realidad, mansiones. Abrí la boca sin necesidad de decir nada, aquello era espectacular. Llegamos al final de una carretera, teníamos delante una verja. De ella salió una luz directa hacia el conductor, le estaba haciendo un reconocimiento facial. Cuando la verja se abrió con un fuerte chirrido, el coche siguió avanzando. La hierba que había dentro del recinto estaba perfectamente cortada. Había varios tipos de flores; amapolas, rosas, tulipanes, etc. Los árboles hacían que se divisase un poco de cielo, el suficiente como para saber que llevábamos mucho tiempo en el coche. El camino se convirtió en gravilla, hasta que llegamos a la gran mansión. 

Salimos del coche mientras el conductor avisaba de nuestra llegada. Subimos las escaleras que había a los lados de la entrada y llegamos a la puerta principal. Ahora se notaba que Kevin estaba inquieto, le agarré la mano para proporcionarle confianza, estaba sudando.

-Tranquilo.-le susurré, él me miró con los ojos muy abiertos-

-Para ti es fácil decirlo.-dijo en un tono que yo solo podía escuchar-Tú vas a entrar en la casa más segura del mundo donde todo el mundo vela por tu seguridad. Yo voy a entrar en la casa más famosa del mundo de mafiosos, los cuales saben que somos amigos y hace menos de 24 horas querían matarme por ello.-suspiró-nunca pensé que conocería a tu familia en estas condiciones.-eso me sacó una sonrisa, él también sonrió-

La puerta se abrió y mi padre entró primero, luego nosotros. Le seguimos por varios y poco iluminados pasillos, hasta llegar a un salón bastante amplio, dónde había unos diez hombres vestidos de traje. Todos eran más o menos de la edad de mi padre, menos uno, que debía tener nuestra edad. Cuando se percataron de nuestra llegada nos miraron serios. Kevin me soltó la mano, yo, por otra parte, subí la barbilla con dignidad, no pensaba dejar que me intimidaran un par de hombres trajeados.

-Chicos,-dijo mi padre, haciendo que los hombres captaran solo su atención-estos son Kevin y Amelia.

Los hombres comenzaron a sonreír, e incluso algunos a reírse.

-¿Esta? ¡¿Esta es tu hija?!-por fin dijo uno entre risas-¡¿Y tú querías que llevase el negocio?! Pero mírala, todavía es una niñata inocente.

Observé a cada uno de los hombres, todos parecían pensar lo mismo, menos el chico, el cual no se reía, pero me observaba de arriba a abajo intentando tomar la decisión de pensar igual que ellos o no. Cuando supo que le miraba una sonrisa traviesa asomó en su rostro.

Carraspeé fuerte, haciendo que todos me miraran. Sabía que ni Kevin ni mi padre se esperarían lo que estaba  punto de hacer, pero aún así no iba a dejar que se rieran de mi.

-¿Niñata inocente?-dije mientras daba un paso amenazante hacia ellos-Ustedes se pasan el día aquí metidos, observando como fluye todo el mundo de la droga. No sé si lo saben, pero mientras estaban aquí tan cómodos eligiendo que botella de vino descorchar, yo estaba enfrentándome a un francotirador, que por poco me vuela los sesos.-eso no se lo esperaban- Vale, no voy a negarles que quizá aún sea una niñata inocente, pero lo que no voy a permitir es que hoy casi muera, y llegue aquí y que me digan unos hombres trajeados de mierda que no sé defenderme.

El Rebelde Y La BailarinaOnde as histórias ganham vida. Descobre agora