Amelia la persuasiva

1.7K 103 10
                                    

Jay

Cuando llegué al instituto el lunes sentí una inmensa pereza y aburrimiento, nada fuera de lo corriente. Me senté en el sitio donde me instalé mi primer día y comencé a dibujar. Estaba retocando uno de mis antiguos bocetos, nada en especial, cuando apareció ella. 

Tenía el pelo marrón y un poco ondulado suelto, le llegaba a los hombros. Sus ojos eran marrones, pero no como los míos, eran mucho más claros, puede que con un poco de verde. Llevaba una camiseta blanca que ponía con letras grandes y en negro: YOU DONT OWN ME. Y una falda negra con unas medias de rejilla. Fue a sentarse a su sitio que estaba un tanto alejado del mío. Cuando se sentó un chico alto y lleno de tatuajes, que estaba al lado suyo, le dedicó una sonrisa un tanto desagradable, y ella le dio en el brazo, no parecía que fuera una broma, pero sí que lo hacía varias veces.

-¿Jay?-levanté la vista y me encontré con Amelia-

-Ah, hola.-miré al chico que estaba a su lado, no le conocía-¿Nuevo amigo?

-Sí, me llamo Kevin.-dijo el desconocido-No es que me importe mucho pero... estás en mi sitio.-dijo con una amplia sonrisa-

La forma en que su brazo rodeaba la cadera de Amelia me hizo recordar una de mis frases favoritas.

Voy a morir solo.

Me levanté mientras recogía mis cosas. Amelia empezó a murmurar que no hacía falta que me fuese, pero me daba igual. Cuando vi el asiento libre que había detrás de la misteriosa chica una sonrisa iluminó mi rostro.

-¿Quieres que te la presente?-dijo Amelia a mi lado-

-¿Para que? ¿Para que se ría de mis pintas?-ella rió ante mi comentario-

-No digas tonterías, le caerías bien.-me revisó de arriba a abajo-Pero es cierto que deberías cambiarte de vez en cuando. Siempre te veo vestido de la misma forma.

-¿Por que debería cambiar yo, cuando pueden cambiar el resto de personas?

Me despedí de ella y me senté. La chica, al percatarse de mi presencia, se giró y me saludó, luego volvió a centrarse en sacar sus apuntes, tenía una letra muy bonita.

Cuando entró el profesor hice lo mismo que el día anterior de clases. Cascos y dibujar, mi salvación en días tan aburridos como estos.

Me puse una canción que me describía a la perfección y me centré en los dibujos.

A la media hora que llevábamos de clase, a la chica se le cayó el estuche, el cual quedó al lado de mi silla, así que se lo recogí. Había una nota debajo. Soy un curioso, así que la abrí, estaba llena de dibujos. 

¿Que?

-¿Te importa?-dijo ella con un tono seco mientras me lo arrebataba de la mano-Es personal.

-Perdón, es que siempre me impresiona ver a una Salvadora Dalí.-le saqué una sonrisa antes ese comentario, la cual borró al instante-Veo que te gusta dibujar, a mi también.

-Claro, eso y el idiota este sabe sumar dos más dos.-dijo ella señalando a su compañero, el cual hizo una amago de estar ofendido y le respondió-

-Perdona, pero sé que es cuatro. Es muy fácil, me acuerdo por que es lo mismo multiplicarlo que sumarlo.-dijo haciéndose el listillo-

-Tu calla, no te he pedido opinión.-dijo ella-Soy Kira, por cierto.-me comentó-

-Yo soy Jay, fan de Eminem y antisocial.-ella río, parecía sentirse cómoda conmigo-

El Rebelde Y La BailarinaWhere stories live. Discover now