Capítulo 50

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            Scarlett no había dormido en toda la noche, los ojos le ardían de tanto estar pegada en su computadora, pero no podía estar más contenta, había descubierto el mayor de los desfalcos. Sabía que en esa fiesta de despedida de soltera, Elisa esperaba que ella se encontrara ahí, así que estaba maniobrando para ver como entraba, más cuando aún no se desvelaba el lugar donde sería el evento, claro que ella ya movilizaba su blog en una férrea protesta por saber dónde se llevaría a cabo la mega despedida de soltera para la futura mamá.

            Era miércoles, así que suponía que la despedida se realizaría el jueves. Nunca Scarlett estuvo tan estresada, ni preocupada “Estas son las mejores vacaciones de tu vida” celebraba. Tomaba un pedazo de pan y colocándose su morral abría la puerta de su departamento.

            —¡Scarlett! —gritaba su mamá desde las escaleras. Ella volteaba los ojos, para luego responder.

            —¡Qué! —exclamaba de mala gana, con un buen pedazo de pan asomándose en su boca.

            —¡Por Dios niña! Come como se debe —su madre siempre tan joven y elegante terminaba de bajar con sus enormes tacones —vamos a ir a comprar el vestido de tu graduación.

            —¡Qué! ¡No! Cómpralo tú, ya sabes que no tengo buenos gustos. Además ¿es tan necesario que vaya a ese mugre acto?

            —Scarlett eso no está en discusión. Irás y hoy te comprarás el vestido, no voy a escogerlo yo, porque tienes una figura peculiar y será un reto encontrarte algo bueno.

            —Mamá tengo cosas que hacer el día de hoy ¿Podemos dejar eso para la semana que viene?

            —¡No Scarlett! Revlon volvió a contratarme para una campaña de crema anti edad, así que no estaré aquí. Apúrate, no quiero más protestas u olvídate de tu viaje a Etiopía o Armenia, cómo sea que se llame.

            Sin más remedio Scarlett salía con su madre, aunque no dejaba de pensar en que debía llevarles algo de desayunar a los chicos. En aquel sótano había comida, pero siendo niños ricos de seguro no sabían ni prender la estufa.

xxx

            —¿Qué es todo eso de ser la Dama de Honor de Elisa Lubensky? —preguntaba Maikel, mientras la observaba peinándose.

            —Nada. Soy su Dama de Honor eso es todo.

            —Creí que pensabas alejarte de ellos y ahora estás tan pendiente de lo que le pase.

            —Me alejé de Ian, no de Elisa, ella es mi amiga. Pudo hacerme lo que me hizo, pero es buena.

            —No lo dudo. Aunque es un error que se case con Chace Van der Price ¿Cómo se le ocurre darle tanto poder a un pelele como él?

Envenenado de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora