40. «Adiós, señor Styles»

Start from the beginning
                                    

Todo cambia, todos cambian ...

Al principio, yo era una adolescente que solo estaba preocupada de estar bien con su novio y amigas, responder por los deberes de la escuela para aprobar y graduarme, era una chica normal, con una vida normal.

Apareció él y todo cambio, yo cambie ... me deje de interesar por lo que hacen las chicas de mi edad para complacer a un hombre que había pasado por esa etapa de hormonas alborotadas, exámenes finales y travesuras hace tiempo. Estaba inmersa en un mundo donde solo eramos los dos y donde me conocí un poco más, madure, crecí. Mi mundo se amplio ante los ojos de Harry, ante su poder, su manera de hablar y de hacerme sentir alguien importante para él. Todo cambio para bien y para mal.

Todo termina, algo comienza ...

Recuerdo el viaje que hicimos a París, los mejores días de mi vida. Nadie iba a cambiar aquello, nadie. El simple recuerdo, las imágenes que llevo en mi memoria, estremecen mi corazón y erizan mi piel. Con Harry Styles conocí el amor,supe que era enamorarte de alguien que a pesar de ser diferente a ti, el polo opuesto, lo prohibido, lo incorrecto te hace experimentar los sentimientos más puros, reales; te hace pensar que no esta tan mal como parece. Habíamos empezado una extraña relación que se limitaba a castigos y recompensas por comportamientos, a un control de su parte, a una necesidad de la mia, pero todo eso había quedado de lado, cuando supimos que el amor va más allá de equivocarse, de acertar, de ser perfectos ... cuando quisimos darnos cuenta, no pudimos separarnos porque no estábamos juntos por las cosas buenas que teníamos, por el contrario, estábamos conectados por nuestros errores, por nuestras debilidades, nuestras carencias ... por lo que nunca habíamos tenido.

—¿Estás lista?—escucho detrás de mi. Ladeo la cabeza mientras observo las cajas a mi alrededor.

—No ... —confieso observando las cajas a mi alrededor.

Siento los pasos sobre el piso de madera hasta que los mismos cesan y la persona se sienta a mi lado. Guardamos silencio por unos segundos.

—Aún no puedo creer que este a punto de marcharme y empezar sola, es increíble. —murmuro ante la realidad de que en unos días no estaré aquí, donde he pasado la mayor parte de mi vida, donde crecí y tenia tantas memorias—hace unos meses, estaba recibiendo un diploma, estaba terminando la escuela con mis amigos y sin pensarlo, estábamos cerrando un ciclo y empezando otro. En ese momento, estaba muy feliz, no estaba pensando que después vendrían momentos como este ... pero supongo, que tarde o temprano sucedería.

—¿Tienes miedo?—siento una de sus manos tocar las mías y miro cuando estas se encuentran.

Niego y contesto: —Solo nervios y unas ganas terribles de llorar. —río y aprieto la mano de mi acompañante —no me quiero ir, pero se que debo hacerlo. Llego la hora de hacer algo con mi vida, de empezar a construir el camino para alcanzar mis sueños y encontrar la felicidad. Extrañare todo, a todos ... pero todo hace parte del proceso.

—Yo solo quiero que estés bien, segura de lo que haces ... —besa mi frente y se pone de pie —recuerda que te quiero, te quiero siempre.

Asiento y dejo caer mis pies sobre la madera. Me aferro a mi suéter de lana y camino hasta quedar frente al espejo que esta contra la pared, donde me observo por completo. Mis brazos alrededor de mi abdomen empiezan a caer a cada lado de mi cuerpo y mi mano derecha empieza a subir a lo largo de mi muslo, hasta el borde de mis pantalones. Me detengo, vuelvo a mirar mi rostro en el espejo y ya estoy con los ojos cristalizados. Aprieto los labios como si lo que hiciera me provocara un gran dolor, y lo hace. Poco a poco, bajo la tela de mis pantalones hasta descubrir la tinta sobre mi piel, aquel nombre, esas cinco letras, esa historia.

Daddys boss | h.sWhere stories live. Discover now