Daddys boss | h.s

32. «Advertencias»

«Advertencias»

Harry

Empezar de cero.

Aquella frase estaba rondando en mi cabeza desde hacia varios minutos, y es que parecía lo mejor, era lo correcto. Estaba entre lo que me decía la conciencia, la razón y lo que en mi pecho, en mi alma, en el fondo de mi corazón sentía ... cosas totalmente diferentes a decir verdad y que hacían de aquella frase algo muy difícil, casi imposible de realizar.

Estaba molesto por todo lo sucedido con Chloé, sabia que en gran parte, la situación en la que estábamos ahora, era mi culpa. No tenia derecho a reclamarle nada, ni siquiera podía ser cínico porque ya había agotado aquello. Quería seguir con ella, la quería a mi lado por que ya había aceptado, la había enfrentado, me había quitado la mascara ante ella y mis sentimientos habían quedado expuestos. Simplemente, quería más ... todo con ella, sin limites, sin restricciones, sin importar una mierda lo que pudiera suceder, es que me estaba jugando todo, literalmente por ella pero eso ya no parecía tan real.

¿Debía renunciar?

Me planteo preguntas que ya tienen respuestas, simplemente para convencerme un poco más de que por más que lo piense, que me lo plantee del modo más terrorífico, espeluznante y perverso simplemente las ganas de estar con ellas no se van a ir, no se van a esfumar tan fácil y rápido. Fue sencillo empezar el juego y creer que iba a ser una más ... sin percatarme que cuando fue su turno de jugar, ya la partida estaba sentenciada.

Me siento jodido, me siento perdido ... carente de control. Odio esta sensación, odio no llevar las riendas y estar a expensas de alguien más ... de ella. Supongo que así se siente estar enamorado, el amor es descontrol, es derroche ... 

—¿Sucede algo contigo?

Son las palabras de mi acompañante las que me sacan del trance en el que estoy desde que estamos en el auto. Sacudo la cabeza y niego, me paso la mano por el cabello y saco el móvil del bolsillo de mi pantalón, revisando si hay mensajes o llamadas pero esta vacío.

—Estas muy callado, cuéntame algo.

Entonces creo que es buena idea ...

—¿Que pretendes, Isabelle? ... es que no entiendo nada, apareces, intentas matarme y ahora, estas aquí ... conmigo, como si nada. Conozco a la perfección tus intenciones, claro esta pero estoy sorprendida de tu capacidad de ...

—¿fingir?

—Correcto.

Ella se ríe como si fuese un halago o cumplido lo que le digo y entonces confirmo que ella esta loca. Me acomodo en el asiento, recostando mi espalda sobre el cuero. 

—Sé que a las malas te gusta, y a mi también —dice de pronto, cuando el auto se detiene. La escucho sin mirarla —pero en esta ocasión, no voy a responder de la misma manera. Tendré más tacto.   

Rio sarcástico.

—¿Con tacto te refieres a planear un atentado en mi contra y dejarme a la deriva en el puto océano?

Alza una ceja y con cara de indignación, responde: —te hice un favor, Harry Styles.

¿De que mierda habla?

—No te hagas el desentendido. Te deje con tu ... ¿como le dices, putita, perrita? ... lo que sea, con la niña de colegio esa que te tiras. Y me imagino que aprovechaste la soledad y demás.

¡Mierda, mierda!

—Ella no es mi puta, ni nada por el estilo. Es una mujer ... una chica que merece respeto al igual que tú.—mascullo con la sangre hirviendo.