Capítulo 16 - Línea Defensiva

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(T/N) no emergió del estudio hasta las dos de la tarde del día siguiente.

Había logrado replicar el antídoto, pero en realidad eso no le había tomado todo el tiempo que había estado encerrada ahí. No, se había quedado sentada en la silla pensando en qué iba a hacer con ese antídoto.
¿Distribuirlo? Sí, era buena idea. Aunque, por otro lado, desde que había ido al resort y le habían dicho que los ataques de infectados eran cada vez más frecuentes, había tenido una insistente idea en su cabeza.

¿Qué pasaría si decidieran organizarse para realizar una exterminación masiva de infectados? Serían libres de usar armas, ya que en realidad estaría en el mejor de sus intereses atraerlos a un solo lugar. Y además de eso, ¿qué les impedía hacerlo? Si tenían un antídoto, no tenían por qué preocuparse de caer víctimas de las abominaciones.

¿Cuánto tiempo tenía que pasar antes de que el último de los infectados muriese por su cuenta? Nadie sabía hasta dónde se habían extendido. Y si el hombre que le había dado la prueba final y la libreta tenía razón en todo lo que había dicho, entonces los primeros infectados en aparecer debían estar por morirse pronto. Ya había pasado casi un mes (tal vez. La joven había perdido la cuenta), y si era cierto entonces la única razón por la que no se habían librado de esa plaga era porque muchas personas seguían siendo infectadas.

Debido a que no sabían si la crisis de infectados estaba pasando en todo el mundo o solo en ese país, no sabían tampoco hasta dónde debían ir para acabar con las abominaciones. Si era exclusivo de ese país, entonces, ¿por qué todavía no habían recibido ayuda del extranjero? No había forma que nadie se hubiera enterado.
Por lo que era seguro asumir que era una crisis mundial.

Y si ese era el caso, entonces no serían capaces de exterminarlos por completo.
Era una tarea demasiado grande para los sobrevivientes que quedaban.

No, lo que debían hacer era asegurar un punto de resistencia. El resort estaba bien y todo, pero era demasiado pequeño. Era, esencialmente, una trinchera. Si seguían ocultándose ahí y esperaban a que todo pasara, eventualmente se quedarían sin recursos para mantenerse. Alguien tenía que producir comida, y nadie en ese lugar lo estaba haciendo. El pozo del resort no les duraría mucho más, sobre todo si seguían recibiendo más y más refugiados.

Si querían ganar esa guerra, debían empezar por limpiar la ciudad de infectados y barricarla. Se encontraban en una batalla de tiempo, que, por naturaleza, los humanos corrientes y sanos como lo eran los sobrevivientes estaban en mejores condiciones de ganar. Los infectados tenían un tiempo limitado de vida y una falta de uso de razón.
Tenían que jugar dentro de su propio campo para ganar. Y si jugaban a la larga, resistiendo de la mejor manera en un gran lugar, no había duda de que ganarían.

Para alivio de la (nacionalidad), no era la única que estaba de acuerdo con esa idea. Cuando dejó el estudio esa tarde y les contó a los otros cuatro en lo que había estado pensando, todos pusieron miradas serias que indicaban comprensión y concordancia.

-En ese caso, lo mejor sería ir al resort e informarles de esto. -comentó Vash, brazo vendado y cabellos despeinados. Parecía estar mejor.- Hacerles saber que hay un antídoto.

-Es probable que los que estén manejando la resistencia ahí ya se hayan percatado de su propia situación. -Cheng asintió.

-Entonces, ¿qué estamos esperando? -Mei se levantó del sillón.

(T/N) empacó un par de mochilas, pues era probable que fueran a quedarse en el resort por un par de días, y esperó a que los demás estuvieran listos antes de dejar la cabaña con llave.

Cheng se ofreció a cargar con la maleta cruzada de la (nacionalidad), y avanzaron con algo de cautela por el río y la carretera. Ella iba al frente del grupo, palo de contención firme en su mano, y el rubio iba al final con su rifle de asalto. Los otros tres caminaban con cuidado al medio.

Vivieron [Hetalia]Where stories live. Discover now