I'll find you » Shawn Mendes©

Capítulo 11

XI: Verdadera tortura

Mantenía mi mirada fija en el vidrio que parecía tener algunas gotas de agua secas marcadas por las recientes lloviznas, observaba cada cosa que el auto dejaba atrás a medida que avanzaba, y jugaba de vez en cuando con mi celular, hacía cualquier cosa que me hiciera parecer distraída y ocupada para evitar las miradas de los dos chicos con los cuales me encontraba. Después de que Fred y Tyler me siguieran luego de haberme ido con Cameron las cosas no salieron para nada bien, terminaron casi en una pelea de dos contra uno, pero afortunadamente una anciana que iba pasando por el lugar amenazó con llamar a la policía y los hombres que al parecer no encontraban solución a sus diferencias sin golpes, decidieron parar y no iniciar ninguna tragedia.

Entonces, me encontraba con Fred y mi mejor amigo en la misma camioneta en la cual fueron a recogerme, en camino a nuestras casas. Al principio, traté de aferrarme a la idea de ir con Cameron a ese pueblo, porque no quería perder la oportunidad de poder encontrar mínimamente una pista del paradero de Shawn, pero reaccioné al recordar el mensaje de la persona que me tenía amenazada con borrar cualquiera evidencia, y no podía dejar que eso pasara. No tenía idea de como se había enterado de que me dirigía hacia allá, pero tenía que obedecer lo que mandara si quería mantener esas fotografías y videos hasta que pudiera recuperarlas nuevamente, aunque nadie me aseguraba que seguían existiendo.

Aún faltaban unas cuadras para llegar a mi casa, tenía la cabeza revuelta por tantos pensamientos rondando en ella a la vez, me sentía muy saturada y como si mi cerebro no pudiera almacenar más información, y apenas comenzaba la verdadera tortura.

Miré de reojo a Fred, estaba muy callado y era quien conducía, mantenía sus manos firmemente colocadas sobre el volante y su vista fija en la carretera; después, observaba a Tyler por el retrovisor, quien estaba sentado en medio de los asientos traseros de la camioneta, él miraba atento a la ventanilla de la orilla izquierda, hasta que al parecer sintió mi pesada mirada, ya que se giró y sus ojos conectaron con los míos a través del espejo, de inmediato volví a mirar al frente y me removí incómoda en mi lugar.

Una duda no podía dejar de rondar por mi mente, si Fred y Tyler estaban justo frente a mí cuando el mensaje del desconocido me llegó advirtiéndome no ir a ese pueblo, ¿Los hacía más o menos sospechosos?

Cerré la puerta con fuerza luego de haberme bajado de la furgoneta, notoriamente enojada. Comencé a rebuscar en la pequeña bolsa delantera de mi macuto las llaves de la casa, ya que Christine llegaría hasta la madrugada como la mayoría de los días. Al abrir la puerta, lancé mi mochila al suelo e intenté cerrar el pórtico de golpe igual que lo había hecho con la camioneta, pero un pie atravesarse me hizo bufar, en seguida reconocí el zapato de Fred, así que continué tratando de cerrarla por completo, lograba escuchar como se quejaba del otro lado de la madera; hasta que se cansó y decidió empujar la puerta, teniendo más fuerzas que yo, consiguió abrirla y hacerme retroceder.

— Tenemos que hablar —Murmuró el rubio mientras que con su pie empujaba la puerta para que esta se cerrara, antes de que eso pasara, pude ver a Tyler mirándome desde afuera, hasta que la madera se interpuso entre la conexión de nuestras miradas. Fred se acercó a mí, y yo retrocedía cada vez que daba un paso en mi dirección.— Riley, deja de alejarte.

— ¿Por qué me seguiste? Y ¿Desde cuando eres amigo de Tyler? —Pregunté dos cuestiones a la vez, aún seguía esquivando a Fred, pasando entre los muebles de mi casa y tratando de no chocar con nada ya que caminaba de espaldas para poder seguir viéndolo.

— Te vi irte con ese drogadicto, ¿Creíste que te dejaría exponerte de esa manera? Tengo que cuidarte, quiero hacerlo. Además, ¿Qué importa Tyler? ¿No podemos ser amigos?