Prosperidad en el País de las Maravillas

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El sombrerero celebraba su cumpleaños al igual que el año anterior. La reina gobernaba con justicia y el Jabberwocky exportaba mercadería por vía aérea hacia Narnia, la Comarca y otros pueblos aledaños. Humpty Dumpty era un magnate en el negocio de los textiles y los hermanos Tweedle eran ahora reverendos, cada uno de un credo diferente.

El conejo, que se había ausentado por varios años, regresó por fin, pero ya era tarde. Buscó rápidamente a Alicia y le preguntó por lo que había pasado. Alicia le comentó que todo cambió cuando el gato apagó su sonrisa para siempre. Cuando el conejo la interrogó sobre esa seriedad que antaño parecía imposible, Alicia le contó que el gato había olvidado el número de vidas que le quedaban por vivir y que esto lo hizo sumirse en una seriedad eterna. Al enterarse de esto, el conejo miró hacia abajo por unos momentos y con aspecto triste, guardó el reloj en su bolsa y salió caminando lentamente. Alicia esperó a que se perdiera de vista y de su enagua sacó, para contemplar con nostalgia, tres objetos: un pastelillo mohoso que decía cómeme, una botella sin abrir que decía bébeme y un pequeño papel con nueve círculos rojos, de los cuales, cuatro estaban tachados.

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⏰ Última actualización: Sep 04, 2018 ⏰

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