Amantes secretos

Segunda parte- Capítulo 23

En un punto de nuestras vidas conocemos a alguien con quien creemos que pasaremos el resto de nuestros días; sentimos esa conexión única que no todos llegan a sentir, cuando sientes esa paz y tranquilidad junto a esa persona.

Básicamente eso son Hannah y Jorge el uno para el otro, o eso eran. Nunca se había visto un amor tan sincero y lleno de dificultades como el de ellos dos; ambos supieron amar pero ninguno perdonar ni comprender.

Hannah despertó al lado de Josue sabiendo que necesitaba hablar con Jorge aunque eso la devolviera al agujero en el que se encontraba; la manera en la que lo amo fue demasiado incluso para ella pues se perdió en el camino y no supo encontrarse hasta que conoció a Josue.

Michelle descansaba en la cama mientras Jorge se hacía una y mil preguntas sobre cómo sería su vida si Hannah siguiera en ella; él también la amo pero no como ella a él, su amor era más temeroso y el de el más puro y sincero; mientras él se entregaba completamente, ella se entregaba dudando y temiendo del mañana.

Jorge sabía lo dañado que estaba el espíritu de Hannah pero nunca comprendió porque ella no se dejó amar de esa manera.

Decidieron salir cada uno de sus habitaciones para pensar claramente; había sido una sorpresa el verse nuevamente pues ninguno de los dos planeaba hacerlo.

**Llamada**

Hannah- ¿te desperté?

Jorge- No, de hecho planeaba llamarte.

Hannah- Creo que te debo una explicación.

Jorge- ¡Yo también lo creo! ¿Puedo verte?

Hannah- Si, nos vemos frente a mi viejo apartamento.

Ambos salieron camino a tal lugar con esperanza de solucionar las cosas pero no de estar juntos; el amor que sintieron algún día dejo de existir en el momento que se dejaron perder.

...

Hannah- ¡Creí que no llegarías!

Jorge- no me lo perdería jamás.

Hannah- Felicidades.

Jorge- Gracias.

Hannah- Finalmente obtendrás lo que siempre quisiste y que nunca te pude dar.

Cierto resentimiento acompañaba esas palabras y ambos lo sabían.

Jorge- Yo no quise...

Hannah- No, tu tenías razón; yo solo traje problemas a tu vida desde el inicio y supongo que necesitabas algo de paz y estabilidad y claramente no era yo.

Jorge- ¡Tú te marchaste dejándome atrás!

Hannah- Fue lo mejor que te pudo haber pasado.

Jorge- Yo te amaba como un loco.

Hannah- Yo también te ame y no fue más fácil para mí dejarte; te llore cada día, te pensé cada segundo y te sentí en cada sueño ¡Dejarte es lo más difícil que he tenido que hacer!

Estaba hecha pedazos; sus ojos inundados en lágrimas no la dejaban ver con claridad.

Jorge- Me entregue completamente a ti.

Hannah- ¡Tú estabas con Michelle!

Jorge- Me lastimaste.

Hannah- Me arruinaste, me rompiste en miles de pedazos que solo con el tiempo pude arreglar; amarte con cada parte de mi cuerpo dolía.

Cada palabra era verdad; nunca Hannah amo a alguien en su vida como lo amo a él.

Jorge- No sabía que te sentías así.

Hannah- Me esforcé y lo sabes; trate de darte todo lo que querías porque no alcanzaba con lo que yo era, me perdí de la peor manera hasta que un día me mire al espejo y no me reconocí más.

Jorge- ¿Cómo eso puede ser amor?

Hannah- ¿Recuerdas al bebe?

Fue un golpe bajo para Jorge pues cada día se sintió culpable por esa perdida.

Jorge- Te amé, realmente lo hice.

Hannah- Fuiste mi primer amor y siempre lo serás.

Ambos se vieron a los ojos y notaron la sinceridad que había en ellos; el momento que tanto habían deseado algún día había llegado y era ese, donde podían ver sus almas reflejadas con sus sentimientos más sinceros.

Hablaron por horas hasta darse cuenta que el recuerdo de cada momento juntos no dolía tanto como solía hacerlo. Ambos entendieron las razones que tuvieron detrás de cada acción, nunca estuvieron más de acuerdo en algo que en ese momento.

Jorge- ¿Te trata bien?

Hannah- Lo hace, me hace sentir plena.

Jorge- ¿Lo amas?

Hannah- Sí.

Jorge- Sabes, siempre te imagine siendo feliz donde quiera que estuvieras.

Hannah- ¿Tú eres feliz?

Jorge- ¡Ella no es tu!

Hannah- ¿Tan mala fui?

Jorge- Ella es dulce, amable, quiere lo que yo quiero, entiende muchas cosas sobre mí y me apoya en la mayoría de las cosas pero nunca será como tú.

Palabras que marcaron diferencia a lo que sentía por él.

Hannah- ¿Entusiasmado por la boda?

Jorge- Nunca creí que el día llegara tan rápido.

Las horas pasaron volando; sentados en la banca del parque solo conversando y compartiendo algo de tiempo juntos, se sentía como en los viejos tiempo donde ambos eran felices con la única diferencia que ahora son felices con alguien más.

Pasaron el día juntos y ninguno de los dos se había percatado de ello; dicen que cuando estas con la persona que amas lo demás deja de importar y eso sentían ellos o al menos eso se sentía con solo verlos.

El amor que se tenían era diferente; recuerdan el momento exacto en el que se dejaron perder pero ese momento se encontraron nuevamente de una manera diferente, encontraron un amigo en el otro, encontraron la paz.

Hannah- Sera mejor que me marche, Josue debe estar como loco buscándome.

Jorge- Imagina a Michelle gritando histérica porque no estoy ayudándole con la boda.

Ambos rieron tristemente al saber que sería su despedida por mucho tiempo; esta vez no había resentimiento ni ira.

Hannah- ¡Gracias, nunca hubiera llegado hasta aquí sin ti!

Jorge- Siempre te salvare donde sea que estés preciosa.

Limpio la lágrima que corría por sus mejillas rojas en ese momento; se acercó a ella lentamente sobando su otra mejilla recordando la suavidad de su piel y el aroma de su cuerpo, beso dulcemente su frente como nunca antes lo había hecho. Hannah puso sus manos alrededor de su cintura colocando su cabeza en su pecho, escuchando su corazón latir al ritmo de el de ella; el levanto su rostro y la beso por última vez.

Era doloroso ver como dos personas que se amaban tanto no podían estar juntas, era doloroso ver como en ese beso cada esperanza de un futuro juntos desaparecía.

Se dijeron adiós el uno al otro y cada quien siguió su camino a casa; pensar que sería el fin del hilo rojo que unía sus vidas. Uno siempre cambia al amor de su vida por otro amor de su vida, el de ella Josue y el de el Michelle; el hilo rojo ahora parecía desvanecerse.