Capítulo 11

295 18 0
                                    


¿Qué? ¡Se va a divorciar!

Hannah- ¿Por qué? ¿Porque me lo dices a mí?

Mr. Arrogante- Él bebe que esperábamos no es mi hijo, mi esposa me confeso que está enamorada de alguien más, supongo que debí de haberlo notado; todo había cambiado ya no éramos felices juntos.

Hannah- ¡Lo lamento mucho!

Mr. Arrogante- No te preocupes yo estoy enamorado de alguien más mi niña. Estoy enamorado de ti, eso nunca cambiara.

Hannah- No sé qué decirte, yo también siento algo por ti pero esto no puede pasar. Nunca quise que te divorciaras pero créeme que eso significa algo para mí pues te necesito a mi lado.

...

Estaba en mi casa tratando de asimilar aqueas palabras que no abandonaban mi mente. Cecia estaba de vacaciones en casa de sus padres y Roberto con su nuevo amor, mi celular sonó y conteste la llamada.

**Llamada**

Sebastian- Hola nena ¿Estas lista? Pasare por tu casa en un rato, quiero que vayamos a cenar a mi casa.

Hannah- ¡Esta bien! No hay problema, te espero en mi departamento.

**Fin de la llamada**

Mi vida se había tornado aburrida sin el hombre que tanto amo en mi vida. Cuando Sebas llego nos fuimos en su coche y al llegar a su casa me abrió la puerta del auto para salir.

Hannah- ¡Muchas gracias! Muy bonita tu casa.

Sebastian- Si, gracias. Hoy cenaremos con mi hermano y su pareja.

Entrando en la casa estaba él; porque carajo. Ahora siento que todos juegan conmigo. Estábamos en la cena y se sentía un silencio incomodo, gracias al bebe que comenzó a llorar el silencio se cortó.

La esposa de Mr. Rodriguez se tuvo que retirar para atender a su bebe y Sebas salió a atender una llamada dejándonos a Jorge y a mi solos. Por primera vez en mi vida me comporte y sostuvimos una conversación como adultos.

Carla- Lo siento mucho él bebe necesitaba dormir.

Hannah- No hay problema.

Carla- ¿Hannah puedo hablar contigo?

Hannah- ¡Claro!

Salimos de la habitación dejando a Mr. Arrogante solo, me preocupaba lo que me iba a decir pues nunca había conversado con ella.

Carla- Sabes Jorge y yo nos vamos a divorciar y quiero que él sea feliz, sé que está enamorado de ti.

No pude formular ni una sola palabra al escuchar esa oración, me quede perpleja.

Carla- Tranquila, lo note por la manera en la que te ve; nunca me vio con esos ojos a mí y en realidad quiero que el este con la persona correcta.

Hannah- No sé por qué lo dices. Tu esposo y yo mantenemos una relación plenamente de Maestro y alumna.

Carla- Tranquila Hannah, el estará divorciado en poco tiempo y quiero que tú y el estén juntos.

Luego de eso ella mando a llamar a Jorge. Me sentía extraña al decirle así; Jorge entro a la habitación y me miro directo a los ojos un poco confundido, donde estaban mis amigos para salvarme de este momento.

Carla- Jorge lo sé todo. Y ya se lo dije a Hannah, quiero que los dos estén juntos porque se merecen el uno al otro.

Jorge- Muchas gracias Carla y espero tú puedas ser feliz con la persona que tienes a tu lado.

...

Iba de camino a mi casa en el coche de Jorge, no pude despedirme de Sebas pues tuvo que salir de inmediato. Jorge y yo estábamos felices e íbamos camino a mi casa para poder celebrar nuestro amor. Estábamos ya en el ascensor para llegar a mi departamento; cuando de pronto escuche personas adentro, fue raro pues solo dos personas tienen las llaves, entramos y había una orgia en mi casa. Esto no podía estar pasando, Cecia estaba con unas chicas en mi habitación y unos compañeros de la universidad estaban en mi sala hasta en los baños, como era de esperarse los demás no podían ver a Jorge en mi casa pues sería despedido de la universidad.

Hannah- ¡Jorge sal rápido!

Jorge- No, vamos a otro lugar más privado.

Sería la primera vez en mucho tiempo que volveríamos a estar juntos.

Estábamos en el hotel acostados en la cama, me besaba con mucha delicadeza; me quito la blusa con mucho cuidado y luego desabrocho mi falda quitándola de mi cuerpo, desabrocho mi sostén mientras él se quitaba su ropa; era yo o su cuerpo era más espectacular.

Comenzamos a juguetear un poco; Bajó hasta mi vagina para meter su lengua y hacerme el mejor sexo oral, con sus manos apretaba mis pechos haciéndome gemir como nunca. Me estaba haciendo rogar, le pedí a gritos que me penetrara.

Subió lentamente y me penetro con mucha delicadeza, se movía tan bien. Probamos todas las posiciones, me puso de espaldas en la orilla de la cama penetrándome por atrás haciéndome gritar de placer.

Se puso en una silla y me sentó encima de el penetrándome nuevamente, esta vez el gemía de placer. Grito mi nombre y sentía sus fuertes palmadas en mis muslos; me sentía muy bien en ese momento, con su boca besaba mis pechos y me acariciaba los pezones.

Luego nos acostamos en la cama haciendo el sesenta y nueve, yo solo quería darle placer y de eso se trataba esa noche. Con sus dedos acariciaba mi clítoris y me hacía sentir orgasmo tras orgasmo; me tomo y me recostó de espalda para poder admirar mi cuerpo. Sentí como su mano voló por el aire y me pegaba en los muslos una y otra vez, haciéndome gritar su nombre y gemir de placer, definitivamente esa noche seria inolvidable para mí.

Amantes secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora