07.

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Era hora de regresar nuevamente a clases y con el, un nuevo dolor de cabeza. Todo seguía siendo monótono tal cual siempre había sido, lo único que cambiaban eran las miradas, los encuentros casuales y los roces indiscretos.

Jade ahora estaba segura de que Perrie no era hetero y sabía que quizás ella podía querer algo más, pero estaba cansada de acercarse y ser ignorada, según Leigh, era una tonta por dejarlo cuando estaba tan cerca, pero no sabía si en realidad ella quería una relación o lo que quería era que Jade se alejara, porque nunca dijo nada.

Así que la castaña le cedió su espacio y ahora tenía que vivir nuevamente viéndola desde su mesa, pero ahora Perrie también la miraba.

Perrie ahora tenía el cabello más largo y a diferencia de eso, seguía estando como la última vez, en su lugar, Jade se tiño el cabello dejando unos reflejos rubios unos días antes.

—Me encanta tu flequillo—dijo Leigh, tratando de volver su atención fuera de Perrie—. Te ves inocente pero sexy.

Jade parpadeo con coqueteo.

—¿Tratas de seducirme?—uso un tono de voz más grueso, más gracioso que sexual.

—Por supuesto—la morena jugó con un mechón de su cabello enrollándolo en su dedo—. Si tan sólo me miraras a mi y no a esa rubia tonta.

Y suspiro suavemente, sonando tan convincente que ninguna pudo evitar echarse a reír de su propio espectáculo.

Jade metió una papa a su boca y la masticó sin cuidado.

De repente, Leigh golpeo la mesa con fuerza y la miro con una sonrisa, incluso hasta se podía ver un bombillo brillando sobre su cabeza y las ideas de ella no eran muy buenas.

—¡Se me ocurre una idea de llamar su atención!—en ese momento toda la cafetería la miro raro, así que bajo la voz—. Hay que hacer que Perrie se sienta celosa, cuando vea que alguien más roba tu atención, no lo soportara y dará el primer paso.

La castaña miro por un momento la mesa donde Perrie estaba, en verdad quería hacer aquello pero tampoco debería apresurar las cosas...

Aunque la idea no era tan mala y podría no ser un desastre, a menos que terminara por ser lo contrario al plan y ella termine por alejarse completamente.

—No trates de negarte, porque en verdad ustedes ya...—empezó a decir, pero fue interrumpida.

—Lo haré, pero debemos hacerlo bien, que sea convincente.

Leigh asintió pensativa.

—Tienes razón y tenemos que tratar de ser cuidadosas o podría enojarse demasiado.

Ambas guardaron silencio, pensando en alguna forma de provocar los celos de la rubia.

—No lo sé, me costó trabajo conseguir por lo menos sus miradas, antes no sabía de mi existencia.

Leigh sonrió, como si supiera un profundo secreto que vale oro puro.

—Una foto podría funcionar—se encogió de hombros—. La otra vez parecía molesta.

Podría ser buena idea si no la hubieran hecho ya anteriormente, Perrie no caería tan fácilmente así que necesitarían algo más que una foto.

—Tengo una idea—empezó dudosa—. Perrie sabe que tu y yo sólo somos mejores amigas, así que... ¿Y si intentamos con alguien más? Alguien que ella no conozca.

—Me gusta como piensas.

Y así paso la hora del almuerzo, aún durante las clases, Jade sólo podía pensar en cómo enojar a su rubia.

[…]

En química, Leigh faltó por un malestar estomacal y ahora estaba sola a diferencia de las demás mesas que tenían compañía. El profesor ya estaba adentro, revisando algo en su capeta, así que todos guardaban silencio para que él no decidiera de repente pararse y empezar hablar en otro idioma.

—¿Me puedo sentar?—Jade alzó la vista, y lo que vio fue tan irreal que se pellizco disimuladamente.

—Sí.

No podía ocultar la emoción, ni la sorpresa, Perrie no tomaba esa clase, al menos no con ella, era demasiado inteligente para ver química de principiantes.

—Hunk me mando a llamar para que de la clase de hoy—dijo, refiriéndose al profesor—. Al parecer tiene que irse temprano.

Por eso no había comenzado la clase. Hunk se levantó y guardó sus cosas rápidamente, señaló a la rubia dejándola a cargo y salió. El salón entero empezó a gritar de alegría.

—Chicos—Perrie golpeo el pupitre para llamar su atención—. Hagan silencio o volverá.

—¿No vas a dar la clase?—le susurro la castaña un poco confundida.

—De hecho, no—sonrió—. Cuando Hunk me pidió el favor, acepte sólo por que estarías aquí, de otra forma no hubiera venido.

Estaba sonrojándose, hasta podía sentir el cuello caliente. Perrie estaba siendo deliberadamente coqueta y atrevida.

—Quiero hablar contigo.

Oh, vaya.

—¿Sí?, ¿Sobre qué?—trato de sonar un poco tonta, a pesar de que su cercanía la estaba empezando a volver loca y el perfume que llevaba era de frutas.

—Quiero salir contigo—se encogió de hombros.

Uff, de repente estaba haciendo demasiado calor.

—Pero tú, eres heterosexual, ¿O no?

Esperaba que dijera que no, en verdad lo esperaba, con ansias. Pero la respuesta que le dio logro destruir todas sus ilusiones.

—Demonios, sí—se río—. Sólo saldremos como amigas, me agradas.

Le agradaba.

Por lo menos ya podía hablarle sin quedarse muda, ahora tenía la oportunidad de ser su amiga y vivir en la friend zone durante mucho tiempo. No sonaba tan mal.

—Sí, tienes razón—asintió—. Salgamos.

****-.

que no merezco su perdón, pero lo siento, esto es horrible. De verdad no puedo escribir nada y no quiero subirles capítulos tan mierda, espero que sean pacientes y estén ahí todavía, LOS AMO MUCHO

hetero |Jerrie.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora