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Oh no, ahí están , pensó Lexa mientras abría su casillero de zapatos. Una gran cantidad de cartas (seguramente declarando su amor) y regalos llenando el pequeño espacio. Tuvo que tomarse su tiempo para reorganizar todo antes de cambiarse los zapatos.



Es molesto. ¿No saben que sus cartas y regalos terminaran en la basura más tarde?



Esos idiotas, solo pierden su tiempo. Desea tanto poder golpear sus cabezas con algo y esperaría que eso los detuviera con sus regalos y cartas sin sentido.



Abrió su segundo casillero y descubrió que alguien más había deslizado otra carta, lo ignoró y sacó su mochila para cambiarse de ropa.



Salió a su estación y encuentro una magdalena en su mesa de disección.



Es el mismo bollo que ha visto durante todo el mes, y como de costumbre, lo deslizo a un lado. Se encargaría de eso después de la clase.



"Llegas temprano."



Lexa giro la cabeza y vio a la Profesora, Griffin caminando hacia ella.



En seguido escondió su expresión para no demostrar lo enojada que estaba, en lugar de eso movió todos los músculos de su rostro y se mostró gratamente sorprendida.



"Profesora. Griffin, me asusto".



"Lo siento, no fue mi intención". Ella sonrió, y sus ojos se curvaron en medias lunas. Muy atractiva a la vista. Lexa se pregunta cuántos estudiantes y profesores se habrán enamorado de ella por la forma en que sonríe.



Muchos, seguramente.



"Sé que no es asunto mío, pero, ¿qué la trae por aquí?"



Pregunto, esperando que saliera lo suficientemente educada mientras sus ojos seguían a la otra mujer; que parecía revisar la habitación para ver si hay alguien más estaba dentro.



"Es un secreto." Respondió, una vez que decidió que Lexa era la única persona en el lugar. "Pero estoy segura que has oído hablar de ello".



Error.


CUANDO CAE LA NOCHE -CLEXA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora