Capítulo 8: Matemos a Hitler

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Voy al cuarto de James, que se encuentra no muy lejos del mío. Toco la puerta seguido de un adelante. Entro a su cuarto decorado con varios póster y pinturas de diferentes épocas que habíamos logrado comprar a través del tiempo. Está escuchando música haciendo que me alegre por él.

– Hey Jude- digo sentándome a su lado-. Es una de mis canciones favoritas.

– Lo sé, mamá- se me quedo viendo.

Tenía los ojos del Doctor, de color café y una sonrisa cálida, también tiene el cabello castaño, para mí suerte no había salido sin la cejas del Doctor. Mi James estaba creciendo, entendiendo todo lo que pasaba a nuestro alrededor.

– Jamie, tu papá y yo estamos preocupados por ti- James ve a otro lado tratando de ignorar las palabras-. Solo queremos saber qué va ser de ti, que es lo quieres ser en un futuro muy lejano. Tienes cerca de 100 años. Tu padre y yo a esa edad...

– Mi abuelo los separó porque no soportaba verte casada con alguien que no fuera con el Maestro. A esa edad tenían cargos importantes, así como la designación de sus nombres que llevarían el resto de sus vidas- dice molesto-. Eso ya lo sé, me lo repetido mi papá varías veces, sin contar que mis hermanos hicieron grandes aportaciones.

– James, quiero que me escuches- le digo preocupada-. No nos estamos preocupando por los méritos que tu padre, yo u otras personas han tenido a lo largo de nuestras vidas. El único que nos preocupa eres tú. No has demostrado interés en nada y no podemos apoyarte si no nos dice que es lo que exactamente quieres.

– Y prefiero quedarme así- se da media vuelta para poder seguir leyendo.

Me salgo de la habitación de James para ir a la consola. El Doctor se me queda viendo, yo solo niego con la cabeza haciendo que suspirara de frustración. Me acercó par abrazarlo fuertemente, esperando que la etapa de rebeldía de Jamie pasará pronto.

Recuerdo los primeros meses, había sido un tanto complicado para los dos. James casi no nos dejaba tiempo libre, así que toda nuestra atención fue para él. Le habíamos enseñado tanto las cosas buenas como las malas de la vida, y algunas de nuestras historias a través del tiempo.

– Mi sueño es un día conocer Gallifrey- esa vez tenía diez años-. Y conocer esa ciudad y conocer otros niños del tiempo.

– Por supuesto que un día lo harás Jamie- le doy un beso en su frente.

Los años habían pasado, y ahora tenía 100 años, nos preocupa su falta de interés. Sabemos que se quiere quedar con nosotros, pero no puedo hacerlo para siempre. Y ninguno de los dos quiere pensar en eso.

– ¿Ya te dijo lo que quiere?- pregunta el Doctor.

– Se niega a decirlo.

– Bueno, en otras noticias, en la búsqueda de la pequeña Pond- comenta divertido el Doctor-.

– Después de que la secuestraron, la llevaron a Florida a esa casa abandonada.

– Y es cuando le habla al presidente Nixon y nosotros entramos en acción.

– Exacto, para ese entonces Amy ya no estaba con nosotros- concluye el Doctor.

– Después la llevan a ese orfanato de Nueva York, en la cual llega Delawere y Amy investigando el porque había actividad a pesar de que había sido clausurado.

– Meses después, un vagabundo y algunas personas vieron luces extrañas en un callejón de Nueva York.

– Lo cual se regeneró y escapó del Silencio- digo al recordar que una vez el Doctor mencionó que Melody tiene ADN de dama del tiempo porque fue creada mientras viajábamos en el vórtice de espacio y tiempo-. Pero después ya no menciona nada, lo cual es muy extraño.

Doctor Who (VI) : When a Good Man Goes to WarWhere stories live. Discover now