Capítulo 7: Cuando un hombre bueno va a la guerra

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Habíamos ido a varios lugares en busca de nuestros amigos, aliados y enemigos que habían tenido una deuda con el Doctor. Me quedo parada, en la consola con mi mano en mi vientre. Querían que estuviera lo más lejos que pudiera del campo de batalla.

– Quiero ser útil en esto- digo enojada-. Es molesto quedarme aquí, con los brazos cruzados, viendo como todos los demás hace algo allá afuera. ¿Y si me quedo atrapada en la TARDIS nuevamente y esta vez si entro a labor de parto mientras tú vas por ahí salvando el mundo?

Veo como Rory y el Doctor se ven sorprendidos entre ellos como si no hubieran pensado en eso. Los dos empiezan hablar en voz baja, discutiendo las circunstancias que estamos pasando.

– Muy bien, irás con Rory. No vas a llevar tu... de esa cosa que te dio Alejandro Magno, pero si puedes llevar tu vestido griego antiguo.

– Bueno, eso es mejor que nada- digo feliz saliendo de la consola-. Y se llama armadura.

Me voy a nuestro cuarto y me pongo un vestido de color morado. Me queda largo, pero se me veía bien. Siento una contracción antes de salir haciendo que me quejara. Una vez que cesa por algunos segundos, decido regresar a la consola.

– Iras con Rory, en caso de que empieces sentirte mal, le avisas- le agarro la mano, dejándolo sorprendido.

– ¿Por qué no puedo ir contigo?

– Lo que menos necesitas en estos momentos es que tengas emociones fuertes.

– El Doctor tiene razón. Vas a estar cansada, mientras menos estés involucrada en el rescate de Amy y mi bebé, mejor por ti y James. No es una opción lo que te estamos diciendo, es una orden- comenta Rory.

Escuchamos como empieza a aterrizar, no sabía qué tan bien iba a terminar todo este asunto. Salimos para encontrarnos en una base de siglos más adelante. Me le quedo viendo a ambos sorprendida.

– Recluten a todos los aliados posibles. No sabemos qué podemos esperar. Esta es la ubicación de River Song y James.

– Recluta al Capitán Jack- lo miro a los ojos-. Sabes que es el que más nos ayudaría en esta situación.

– No sé si esa sea una buena petición. Estaría coqueteando con todo el mundo.

– Sabes que lo hará por nosotros. Puede que ese sea la mejor opción para hacerlo. Sabes que no lo hará si yo sé lo pido. Él es mi mejor amigo.

– Creo que no debemos de tardar.

Los dos salimos, siento el agarre del Doctor. Me le quedo viendo sorprendida, odio sus cambios de humor repentinos, pero su cara es de preocupación.

– No te separes de Rory, de cualquier forma- el Doctor saca de su bolsillo un destornillador de color rosa y me la da-. Cuando estés en peligro o sientas que la fuente se rompió o algo me llamas- me acerco para besarlo rápidamente-. Cuídate.

– Te odio cuando te pones así- digo cerrando la puerta.

– ¡Abigail!- escucho la voz de Rory preocupado.

– Estoy aquí, no te preocupes- trato de recuperar el aliento-. Por favor, omitamos la parte de correr.

– No prometo nada.

– Lo que faltaba- digo molesta.

Trato de seguir a Rory, pero otra contracción llega. Cada vez puede disimular menos el dolor, pero debo de seguir. Aún no era tiempo para que mi hijo naciera. Suena extraño que yo tenga la decisión de en que momento puede nacer mi hijo. El dolor es intenso, pero no puedo darme por vencida en estos momentos.

Doctor Who (VI) : When a Good Man Goes to WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora