Miró por la ventanilla del avión en el que se encontraba, suspirando pesadamente, recordando las palabras de su padre, al cual no veía desde que había decidido volver al país y estudiar en otro estado, las palabras de su madre, quien lo había ido a visitar de vez en cuando mientras él estudiaba y tambien a Josh. No había sabido nada de él, y pedirle a su padre que lo buscara era como entregárselo en bandeja de plata… bueno, mejor de oro.
Sus estudios habían terminado, al fin, y por primera vez podía dedicarse a lo que él siempre había querido. Detective.
Si parece ridículo, pero desde que había visto a Josh meterse en ese grupo que provocó que lo alejaran de él, se propuso terminar con ellos, aunque se le fuera la vida en ello. Gracias a ellos lo había perdido, aunque sabía tambien que había sido su culpa.
-Señores pasajeros, les informamos que deben de prenderse los cinturones de seguridad porque comenzaremos a descender en breve, muchas gracias- dijo una de las azafatas por los parlantes y Nath miró hacia el frente, con la vista perdida.
-Disculpe jovencito- le dijo la mujer que se encontraba a su lado.
-¿Si?- preguntó él mientras salía de sus pensamientos y miraba a la mujer.
-¿Me podría ayudar con esto?- le preguntó señalando el cinturón que parecía un enredo total.
Nath la ayudó a desenredarlo y luego se lo colocó para que no le sucediera nada.
-Muchas gracias- le dijo la mujer antes de acomodarse en el asiento como él mientras descendían.
Sabía que su madre únicamente lo iría a buscar, porque luego de su separación, su madre era la única que mantenía contacto con él.
Una vez hecho los papeleos, que eran pocos y buscados sus valijas, fue en busca de su madre, quien lo esperaba con una sonrisa de oreja a oreja al verlo.
-¡Nath!- exclamó feliz y corrió hacia lo brazos de su hijo, quien la recibió con mucho cariño.
-¡Mamá!- dijo él con una sonrisa en el rostro y luego se separaron- Te echaba de menos.
-Y yo a ti cariño- le dijo mirándolo a los ojos y luego miró su equipaje- ¿quieres que te ayude con algo?
-No, no, no hace falta, yo puedo- le contestó con una sonrisa en los labios.
-No sabes cómo me alegro volverte a ver hijo.
-¿Y cómo está papá?- le preguntó y le vio encogerse de hombros.
-Sabes que desde que nos separamos sé de él como sé de mis compañeros- le contestó sin ningún énfasis en la voz.
-¿Y… has averiguado lo que te pedí?
-Créeme que lo intenté hijo, pero Josh es como si hubiese desaparecido de la faz de la tierra desde que tú te fuiste.
-¿Y de lo otro?
-He estado averiguando y algo muy interesante saltó- le contestó asintiendo con la cabeza- Pero eso lo veremos luego ¿sí? Ahora cuéntame. ¿Cómo te ha ido? ¿Tienes alguna jovencita en la mira?
-¡Mamá!- exclamó y su madre comenzó a reírse.
-Ya sé, ya sé… ¿algún jovencito?- preguntó comenzando a reírse a carcajadas por el rostro super colorado de su hijo.
-¡MAMÁ!- exclamó algo molesto ocultando su rostro entre sus manos.
-Sabes que siempre he sabido que no te atraen las mujeres, así que- le contestó encogiéndose de hombros.