Capítulo 35

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A la mañana siguiente Marcus se alisto mientras observaba a Dairine dormir con tranquilidad, se acerco a ella y trato de despertarla pero ella gozaba de una siesta profunda.

-Dairine nos están atacando.

Dijo Marcus fingiendo pánico de inmediato ella se levanto tomo una espada y pensó en salir pero Marcus la sostuvo de la cintura para que evitar salir.

-Era broma solo estaba tratando de despertarte- dijo entre risas.

-Casi me matas del susto- dijo mientras lanzaba la espada al suelo.

-Tenemos que volver antes de que alguien note tu ausencia.

Dairine se asomo y noto que apenas esta amanecido bufo y se tumbo de nuevo entre las sabanas, Marcus la tomo entre sus brazos de manera nupcial, ella lo observo y sonrío.

-Ahora dame vueltas, siempre e querido saber que se siente.

-Si lo hago proceras a vestirte.

-Si general.

Marcus comenzó a dar vueltas y Dairine rio con diversión, cuando él la bajo al suelo ella hizo un puchero, noto que Marcus estaba distraído y beso su mejilla, él volteo a verla y la acercó a él tomándola de su cintura ambos se miraron fijamente.

-Deberías limpiarte el labial- dijo Dairine mientras lo miraba, se separo de el y le extendió una toalla húmeda- sera problemático si alguien lo nota.

Ella tambien se limpio y procedió a vestirse, una vez todo arreglado regresaron al palacio, pero lo que nunca se esperaron era encontrar al emperador en la entrada con el faraón.

-Si no preguntas no des explicaciones- hablo Dairine.

-Lose- respondió tranquilo Marcus.

Ambos bajaron del caballo Dairine se coloco a un lado de Tumaini mientras que Marcus hizo una reverencia a su emperador.

-¿Donde estabas con la diosa Siti?- pregunto el emperador.

-Amazonas- hablo Dairine antes que Marcus- espero que no le haya importado Emperador pero llegue a un acuerdo con ellas, con eso logre que no tuviera ninguna perdida tanto de personal como de dinero, el general tuvo la cortesía de escoltarme, eso es todo.

-Pensé que no te intrometerias- hablo Tumaini.

-Mientras tu estes aqui es mi deber cuidar de ti- hablo Dairine mientras observaba a Tumaini- es tu seguridad la que me importa, no la de él.

Dijo con desprecio mientras observaba al emperador, quien no le importó en absoluto la forma en la que ella lo observaba con tanto desprecio.

-¿Y que hacemos aqui en la entrada del palacio?- pregunto Dairine por fin.

-Un general del emperador a conseguido la victoria de una batalla ha traído obsequioso para todos.

-¿Tambien para mi?- pregunto incredula.

-Por supuesto- hablo el emperador- hablo de mi mejor hombre, Neón.

Hablo mientras se acercaba para observar al ejército con carruaje llenos de oro y joyas, juntó con esclavos. Dairine observo la escena desinteresada bajo la mirada y observo a aquel hombre, Neón, el peor Guerrero de Roma, Dairine conocía su historia al derecho y al revés, detestaba a ese tipo por su crueldad, desvío la mirada y le informo a Tumaini que volvería a sus aposentos para estar mas presentable. Marcus la siguió con la mirada no podía dejar su puesto sin permiso del emperador por lo que solo se limito a mirarla.

Al llegar a sus aposentos tomo una ducha y llamo a las doncellas para que la ayudaran a peinarla, aunque la verdad ella desconfiaba por completo de Neón, por lo que decidió usar su vieja ropa de batalla egipcias, tomo su funda para su pistola y se la armo en coloco en la pierna, una vez armada y arreglada salio en cuentro del faraón.

Siti, La viajera del tiempo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora