Capítulo 9 | Mi Historia

1.2K 127 58
                                    

CASEY

Fue imposible dormir, jamás pensé que me afectaría tanto ver el espacio sobrante que hay a mi lado en la cama, donde se supone que debería estar él. La decisión la tome yo, porque debo entender algunas cosas que me están desorientando. Debo alejarme de lo malo para tener una vida con Kevin, no obstante, me estoy aferrando a alguien que no existe. O específicamente, que ya no existe.

¿Acaso crees que hablar con extraños te ayudara a olvidarme?

Me incorporé de inmediato de la cama y lo vi, parado frente a ella con los brazos cruzados y su mirada puesta en mí. A pesar de verlo como anteriores días, ya no sentía miedo, las ganas de llorar ya no querían invadirme. Me sentía un poco confusa, pero era mejor que el pánico.

—Me ayuda a mantenerme distraída—contesto con firmeza en la voz—. Necesito dejar de pensar en ti.

Cruzo a su lado chocando con su hombro, sin embargo, no sentí nada; ni su piel o su calor. Nada. Era como lo había confirmado, es sólo mi imaginación. Me adentré a mi baño y me mire en el espejo, tenía ojeras bajo mis ojos y mis mejillas se encontraban sonrojadas. Abro el grifo de agua fría y junto mis manos para después mojar por completo mi rostro. Suelto una bocanada de aire cuando me incorporo. Al ver mi reflejo, también observe a Dennis parado detrás de mí, pero no me asusté demasiado como para ahogar un grito.

Tal vez no puedas sentirme, pero...—Observé como sus manos acariciaban mis hombros hasta llegar a mi brazos. Él parecía sentirlo, pero yo no—. Aún extraño aquella noche cuando sentí tu piel, tu calor, tus labios carnosos contra los míos.

Me sentí por un momento asqueada por sus susurros que parecían reales, por lo que me marche lo más pronto posible del baño. Camine fuera de la habitación, pero escuchaba como me pisaba los talones cada vez que daba un paso.

¿Vas a mentirme que no fue especial para ti? —Su voz delataba lo molesto que se encontraba—. No me dirás en la cara que eso no fue real.

— ¡Ya basta! —Grite al momento de girarme para verlo directamente—. ¡No eres real! Lo fuiste, pero yo te mate.

Mi corazón acelerado se detuvo por un momento cuando el silencio se formó entre nosotros. A pesar de no sentir su calor, podía sentir sus ojos clavados en mí, por lo que me sentía intimidada.

Si quieres que me vaya para siempre... hay una forma—me susurró—. Debes desacerté de mí en tu mente. De tu pequeña cabeza crea tantas cosas que te afectan, pero te sigues aferrando a ellas ignorando lo bueno que tienes. Estas perdiendo a Kevin y no te estás dando cuenta, por el hecho de aferrarte a tus propios problemas.

Cerré los ojos con fuerza, apretando los puños al igual que mis dientes. Reprimí las ganas de llorar y me aferré a la seriedad. Al no escuchar nada más, abrí los párpados y la imagen de Dennis había desaparecido por completo, como el polvo cuando una corriente de aire se acerca.

El sonido del timbre resonó por toda la casa, pero no tenía la absoluta idea de quien se podría tratar. Me asomé por mi ventana pegándome a ella y vi a aquel hombre frente a mi puerta. David Dunn, si no me equivoco.

— ¡Señorita Cook! Soy yo, David Dunn—gritó.

Me acerqué a mi armario y me vestí lo más rápido que pude; unos vaqueros ajustados de color negro con una blusa verde. Me recogí el cabello en una coleta al momento de bajar las escaleras. Antes de abrir la puerta, tome una bocanada de aire para después soltarlo poco a poco. Tome el picaporte con mi mano sudorosa y abrí.

—Lamento la demora—me disculpé—, su visita me tomó por sorpresa.

Lo observe por completo y me percate que se encontraba vestido de la misma manera que ayer, pero no quise preguntar.

Una Parte De Mí | Segunda temporadaWhere stories live. Discover now