Capítulo Ocho

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La noche paso con calma, los ataques del día anterior se asimilaban poco a poco. Siendo las nueve de la mañana ya la mayoría de los del futuro se encontraban en la oficina del Hokage, los únicos que faltaban eran Akihiro e Inomi.

Himawari estaba sentada en las piernas de Hana, la pequeña Uzumaki estaba preocupada por su hermano mayor, después que se durmió no supo que sucedió, pero esta mañana el peliazul ya no estaba a su lado.

—¿Donde está Akihiro Nii-San?

Kushina, sentada a la izquierda de Hana, acarició el cabello de su nieta con dulzura.

—Pronto llegara, así que no te preocupes.

Boruto asintió de acuerdo, su Nii-Chan era genial era difícil que algo malo le pasara.

Noaki negó, le dijo lo importante que era dicha reunión y aún así la ignoró.

—No puedo creer que Akihiro llegue tarde.

Souta gruñó desesperado, se acomodó en el sofá recargándose en el respaldo del mismo.

—También falta Inomi, es obvio que ese par esta junto.

Al sentir que la castaña se recargaba en su pecho suspiró tratando de tranquilizarse, quería ser paciente con su amigo, pero el Dobe no ayudaba.

Sarada que estaba sentada del otro lado del pelirrosa acomodo sus lentes y lo miró.

—Deberíamos posponer esto, es más que obvio que Akihiro-San e Inomi-San no llegaran.

Lo consideró unos segundos, pero terminó por negar, movió a la Hyuga y se puso de pie.

—No, si es más importante ir a calmar su calentura que volver a casa— muchos de los presentes se sonrojaron al oirlo— es su problema, que se vaya al infierno por Dobe.

Tomó unos segundos para reestructurar sus ideas y poder seguir.

—Ayer por la tarde salí a recorrer la aldea, llegué al parque donde los Uzumaki jugaban, estando ahí me di cuenta de que alguien los espiaba y a mi me seguían. Traté de enfrentarlos, pero la mayoría escapó, acabé con un par, el último traté de interrogarlo, pero no dijo nada útil.

Hiruzen realmente esperaba que todos estuvieran presentes, pero no podía hacer nada, si el joven Uchiha quería informar debía acceder o lo haría en otro lado y él no obtendría información para ayudar.

Inoichi dio un paso al frente.

—Ayer Inomi, Inojin y yo salimos a entrenar, alguién nos espiaba.

Choza se puso al lado de su amigo y asintió.

—A nosotros nos persiguieron un tiempo, pero los perdimos.

—Somos el objetivo de alguien— declaró Shikadai cruzado de brazos.

Souta suspiró y asintió.

—Como acabe con dos de ellos es probable que se quieran centrar en mi, pero aún así debemos estar todos al pendiente de lo que suceda. No estoy seguro si nuestras acciones aquí pueden alterar nuestro futuro, pero ya no puedo ni podemos cometer más errores, debemos volver lo más pronto posible a nuesteo tiempo.

Sarutobi lo miró fijamente.

—Ha sido un solo día así que no he podido averiguar mucho. A no ser que tú tengas un plan.

El pelirrosa miró de reojo a sus abuelos y asintió.

—Debo hablarlo primero con los Uchiha. Está misma tarde te informo lo que planteemos.

¡Viajamos en el Tiempo! [REESCRIBIENDO]Where stories live. Discover now