Rosas manchadas || Subaru Sakamaki ||

🌹 pétalo 9 🌹

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【 A l i c e: 】

           El silencio era algo incómodo, pero no llegaba a ser tenso y molesto, Subaru se había sentado al otro extremo de la limusina mientras que yo estaba en el otro extremo leyendo un libro que Reiji había dejado ahí —que por cierto era muy interesante—, a veces miraba de reojo a Subaru, él miraba por la ventana sin interés alguno.

          Después de un rato llegamos a la plaza en donde se encontraba el cine al que teníamos que ir, Subaru caminaba al lado mio con a un metro de distancia. Había demasiada gente, nunca había visto tanta gente en la plaza, miré a Subaru, estaba muy molesto por toda la gente que había en ese lugar.

—Subaru —lo llamé.

—¿Qué quieres? —contestó irritado.

—¿No quieres ir a un café? Aún nos queda tiempo antes de que empiece la película.

—Me da igual.

          Suspire con pesades mientras  caminaba en dirección a la cafetería que antes había nombrado, era obvio que Subaru tendría que seguirme a fuerzas y  efectivamente lo hizo. La cafetería en la que llegamos estaba un poco vacía, las únicas personas que habían era un grupo de amigas las cuales miraban a Subaru coquetamente y a mi con cierto desprecio.

—Iré a pedir algo a la barra ¿quieres algo?

—No.

           No dije nada ante su dura respuesta y fui hasta la barra para pedir un frapuchino para mí. Una linda señora de ojos miel y cabello rubio me atendió.

—¿Qué deseas linda? —preguntó con amabilidad y una gran sonrisa en sus labios.

—Un frapuchino mediano con todo, por favor —la señora asintió mientras terminaba de anotar mi pedido en una pequeña libreta. 

—Enseguida te lo traigo linda.

           La señora se fue a preparar mi café frío mientras yo permanecía en la barra, miré hacia atrás y vi como el único grupo de chicas que había hablaban con Subaru, éste ni les prestaba atención, pero la indiferencia que les mostraba a esas mujeres hacía que éstas se enamoraran más de él.

           Bufé molesta mientras regresaba mi mirada al frente, podríamos decir que estaba un poco celosa por esa situación, pero lo único que me animaba era que las ignoraba aunque también me ignoraba a mi así y pensar en eso me ponía peor.

—¿Alice?

          Una voz masculina muy familiar me llamó, giré mi cabeza para poder ver al chico que me nombró. Quedé perpleja al ver al mayor de los Mukami al lado mio con una pequeña sonrisa en su rostro mirándome fijamente.

—¿Ruki?, ¿qué haces aquí? —pregunté con sorpresa, el no solía venir a esta cafetería.

            ¿Cómo lo sé?, fácil, Ruki era mi "mejor amigo" antes de que me detectaran leucemia y siempre íbamos a otra cafetería que está a diez locales de aquí, aún con los regaños y las amenazas de los Sakamaki para que me alejara de él nunca lo hice, pero cuando él se entero de mi enfermedad y que ya no podría beber de mi sangre me dejó de hablar y yo me entristecí bastante, en ese momento pensé que sólo me hablaba por mi sangre y que no me tenía nada de confianza ni cariño.

—Vine por un té, la cafetería a la que suelo ir está cerrada ¿y tú?, hace mucho que no te veía —me respondió sin despegar sus ojos de mi.

—Sí, lo sé y sólo vine por un frappé con Subaru antes de entrar al cine.

          Ruki miró hacia atrás y vio como las chicas se llevaban a mi acompañante a otro lugar lejos de aquí.

—Bueno, pues al parecer se fue con otras chicas y te dejó aquí sola como siempre —dijo el azabache y sí, eso me dolió.

—... Tsk... —chasque mi lengua mientras miraba hacia adelante.

—Veo que aún sigues enamorada de él, pero por lo visto él te sigue detestando, ganado.

           Éste vampiro sí que sabía como herirme, la señora que me había atendido hace unos minutos regresó con mi pedido, pagué mientras ignoraba a Ruki y me dispuse a irme antes de que el idiota me viera llorar. Pero antes de poder hacerlo me sujetó del brazo.

—Oye, no te vayas así —lo miré a los ojos con rabia.

—¿Qué es lo que quieres Ruki?, se supone que te dejé de servir cuando mi sangre se pudrió ¿no?, si es así entonces deja de joderme más y déjame ir —el semblante del vampiro era serio como siempre, pero después de unos segundos sonrió con burla.

—¿En serio piensas que te dejé de hablar por eso?, el ganado nunca deja de ser estúpido.

—Sí no me dejaste de hablar por eso, entonces ¿por qué fue? —Ruki volvió a su semblante serio. Soltó mi brazo y miró hacia otro lado.

—Esa persona me lo prohibió, sabes que le debo la vida y no pude negarme.

            Okey, esa sí que no me la esperaba, sin embargo, seguía creyendo que eso era mentira ¿por qué razón KarlHeinz le prohibiría eso?

—No sé porque lo hizo, sólo sé que una noche llamó y me dio esas indicaciones, fue la noche en la que te fuiste corriendo de la mansión llorando después de que me contadas de tu enfermedad —me volvió a mirar,  su rostro mostraba más frialdad de la que acostumbraba expresar.

          No puedo decir que lo que dice es mentira, se escucha tan sincero que me es imposible pensar que es una vil mentira. Con lentitud me acerqué a Ruki y coloqué una mano en su hombro y dije algo que no pensé decir.

—¿Quieres venir al cine conmigo?

Dedicado a:

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