Me fui de la fiesta sin hacer ningún escándalo. Sandy me vio cuando me marchaba, gritó mi nombre, sorprendida, pero no le hice caso.
Me subí al auto, me alejé de allí. Pasé a una licorería, compré un par de botellas con el dinero que llevaba encima y luego fui a la playa.
Me bebí todo el alcohol y me fumé todo lo que cargaba encima mientras contemplaba el agua.
Un pequeño escape de la realidad que no valía la pena.
ESTÁS LEYENDO
Un frío día de diciembre
Historia CortaHistoria corta narrada en fragmentos sobre la vida de Simon Saller, nuestro narrador.