Cliché

Trece

Tres semanas es mucho tiempo, es poco tiempo, es demasiado...

- ¡Edimina!- gritó Lola llamando la atención no solo de la morena, si no de toda la cafetería- ¡Vuelvan a lo suyo, tarados!- miró a su mejor amiga de nuevo- ¿Estás bien?

- Si, si ¿Por qué tendría que no estarlo?- respondió rápido.

- A tí te pasa algo ¿Todo bien con Brett?

Brett, Brett, Brett. No, no estaba todo bien, oh sí, pero ella sentía que faltaba algo. Durante tres semanas él había sido de lo más lindo y atento con ella, cosa que le encantaba y la enamoraba... sí, la enamoraba, estaba enamorada de Brett y eso era lo que no estaba bien.

Sus padres no sabían sobre su "novio", y ese era otro punto, no sabía a qué llevaría todo aquello, en el instituto todos sabían que ellos estaban juntos, pero realmente Edi no sabía cómo llamar esa relación. Le gustaba estar con él, habían salido unas cuantas veces, y en una ocasión incluso habían ido a la feria con Lola y Luke.

Él era tan... tan Brett, el chico malo. Nunca perdía oportunidad para besarla, tocarla, aunque sea solo un roce, y tampoco se mordía la lengua cuando quería decir algo subido de tono, se lo decía y la dejaba toda sonrojada. Y ese era el principal problema, no era que no le gustara, él la hacia sentir cosas extrañas cuando le hablaba así, siempre lo hacía en privado, o al oído para que nadie más oyera lo que le decía, era como algo íntimo, algo de los dos. Pero aunque ella podía ser un poco ingenua e inocente, no era una tonta, sabía lo que pasaba entre hombre y mujer, y lo que de seguro Brett querría que pasara. Sus besos y caricias iban cada día más lejos, cada día más ardientes. Lo peor era que no le disgustaba, podía sentir ciertas ansias. No quería que pasara ya, pero quería que pasara, y ese era el problema. Tenía miedo, miedo no al dolor de la primera vez, miedo principalmente a lo que significaba eso ¿Era follar o hacer el amor? ¿Brett apreciaría el hecho de que era virgen o preferiría que tuviera experiencia? ¿Y después? Y... ¿Qué haría en ese momento? Ella no tenía idea de lo que debería hacer, de cómo llegar a eso, como debería actuar...

- Edi...- miró a Lola que la veía preocupada, intentó sonreír.

- Estoy bien, Lola, estamos bien- pero entonces un plan comenzó en su inteligente cerebro.

Lola

Sexo

Y ya estaba, Lola sabría que hacer, Lola podía aconsejarla, pasaría un poco de vergüenza preguntándole pero tenía diecisiete años y un novio increíblemente sexy, era hora de enfrentarse al sexo, tomar su virginidad y tirarla lejos, bueno no literal pero se entiende...

Una bandeja con una gran hamburguesa, papas y una Coca-Cola apareció frente a ella, levantó la vista aún sabiendo quién era el que traía semejante delicia.

- Gracias- le sonrió, él se sentó a su lado con su propio almuerzo y la besó por unos segundos.

- De nada, linda. Falta un...

- Falta un profesor, tenemos una hora libre, así que ni se apresuren en comer- Luke se sentó dejando el almuerzo de Lola y el suyo sobre la mesa- es la última vez que traigo tu almuerzo- le dijo a la rubia con el ceño fruncido y un tierno puchero.

- Lo harás todas las veces que sea necesario.

- ¿Por qué, eh?- Lola se acercó a él, lo suficiente para que sus narices se tocarán.

- Tú no quieres que yo me meta en esa fila, con tantos chicos diciendo cosas obscenas sobre mí, sufriendo que me toqueteen sin poder hacer nada ¿Verdad?- y hasta sus ojos se vieron brillosos por un momento, la desgraciada era tan buena actriz. Luke negó con la cabeza idiotizado por ella.