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—Oh, bien, Debby. Yo también te extraño, amor. Sí te amo, adiós.

Josh colgó el celular con un largo suspiro, Tyler frunció el ceño esperando que le hablara.

—Se quedará en el trabajo esta noche.

—¿Y eso es malo porque...?

—No la he visto desde esta mañana y la extraña, es mi novia, Tyler —dijo Josh rodando sus ojos, pero no tanto como para que Tyler lo notara.

—¡Pero yo estoy aquí! —se quejó presionando un beso en la quijada de Josh.

—Y realmente lo aprecio, pero no eres mi novia —respondió Josh, arrepintiéndose instantáneamente.

—Sé que no soy tu novia, pero la última vez que revisé estabas alegre porque ella se iría y podrías pasar tiempo conmigo —dijo Tyler mordiendo su labio inferior.

—Lo sé, lo siento. Estoy feliz de que podamos pasar tiempo juntos, lo juro.

—Está bien, te creo —Tyler rió mientras se acercaba más a Josh, entrelazando sus brazos.

—¿Qué quieres hacer?

—Lo que tú quieras, estoy bien.

—¿Quieres nadar, o ver una película o ir a caminar o algo así?

—¿Podemos ir a caminar? La última vez que lo hice fue como en 1754 —suspiró Tyler, se levantó del sofá y caminó a la entrada por sus zapatos.

—¿1754? Eres viejo —rió Josh e hizo lo mismo que Tyler.

—Puedo ser tu sugar daddy.

—¿Tú? ¿Arriba? En tus sueños, cariño —Josh cerró la puerta a sus espaldas cuando hubieron salido y fueron a la carretera.

—Es cierto —dijo Tyler junto a Josh—. Tampoco tengo el dinero para ser un sugar ddady, así que no funcionaría de todas formas.

Josh rió pero no respondió nada, caminaron uno junto al otro y sus manos se rozaron un par de veces. Tyler entrelazó sus dedos, dudoso, porque no quería asustar al pelirrojo, pero cuando volteó a verlo, estaba sonriendo, y Tyler sintió un peso menos en sus hombros.

—Eres muy lindo, ¿lo sabías, Tyler?

Las mejillas de Tyler enrojecieron en lo que besó la mejilla del mayor.

—Tú también lo eres —sonrió, separando su mano de la de Josh mientras caminaban. Un sentimiento extraño lo poseyó luego de recibir el cumplido.

—Así que, ¿a dónde vamos? —preguntó Josh mientras Tyler lo guiaba por el sendero de un bosque que llevaba a quién sabe qué.

—A ningún lado, te traje aquí para matarte —bromeó Tyler apoyándose a un árbol.

—Qué romántico.

—Todo se trata de romance.

—Pero, en serio, ¿a dónde nos lleva este sendero? —preguntó Josh de nuevo.

—No estoy seguro —habló Tyler caminando con cuidado, el terreno se volvía elevado.

—¿Qué pasa si nos perdemos?

—Esa es una buena pregunta —contestó Tyler sonriendo hacia Josh.

Siguieron caminando por un rato más, con curiosidad de dónde terminarían, pero luego de una hora de seguir el sendero, ambos terminaron en una pared de árboles sin salida. Tyler se decepcionó.

—Bueno, eso fue anticlimático —susurró Tyler.

—Creo que fue bastante escénico, montones de lindos árboles y flores, además de que la vista de tu trasero fue muy buena —rió Josh en lo que Tyler golpeaba gentilmente su brazo.

—¿Puedes pasar un minuto sin coquetearme?

—¡No estaba coqueteándote! Sólo decía la verdad.

—Lo que te ayude a dormir en la noche —habló Tyler en cuanto él y Josh tomaron el camino por el que habían llegado ahí para salir de bosque y volver a su vecindario. Tyler volvió a tomar la mano de Josh para llevarlo a su casa, sacó sus llaves y abrió la puerta.

—¿Por qué estamos en tu casa?

—Pensé que deberíamos cambiar un poco —dijo Tyler, tomando a Josh y caminando detrás de él, con sus mejillas pegadas a su espalda. Llevó sus brazos al cuello del mayor y trató de ponerlo a su altura.

—¿Tyler, qué estás...? Mierda, adviérteme la próxima vez —dijo Josh ahogado, Tyler se había empujado a sí mismo sobre su espalda, para que Josh terminara cargándolo de caballito.

—A mi habitación, tiro al blanco.

—Ty, no te llevaré de caballito por las escaleras, a tu habitación.

—Sí, sí lo harás.

No, no lo haré.

—¿Por favor, Josh? ¿Por favorcito? —susurró Tyler sosteniéndose de la camisa del mayor.

—Dijo que no.

—Por favor.

—Tonto.

Pool ; joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora