Foja Siete: La Carta

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Estimado Detective Listing:

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Estimado Detective Listing:

Espero que este bien, aunque supongo que después de la pelea con su ex mujer, esto no sea del todo posible.

Usted no me conoce (o tal vez si, no lo sé) y deseo permitirme el anonimato por ahora. Guardar mi identidad y hacerle de orador secreto y omnisciente va a divertirme, mientras le voy relatando la historia que espere de corazón usted pudiera descubrir ¿A que me refiero? Pues me hago enteramente responsable de hacer que pusieran el caso en su despacho; tenia la esperanza de que usted le diera el toque que el detective Schafer no pudo darle, sin embargo ha hecho exactamente lo mismo que él y eso, mi querido detective, me ha dejado muy decepcionado.

He sabido que usted ha bautizado el caso como el de "La Amapola Gris"... Un poco dramático ¿no cree? La amapola negra murió degollada y con una sonrisa de glasglow en la cara y (hasta donde llega mi memoria) así no quedo Lou después de las cuchilladas ¿Le puso ese color por el vestido plata de Lou? Muy ingenioso...

Seguramente debe estar pensando que esta es una broma de mal gusto, o en su defecto, una especie de plan conspirativo para llevarse abajo todo su trabajo en el caso. Cualquiera de las dos opciones me da igual, usted sabrá darle la explicación correcta a esta misiva.

Ahora que ya me he aburrido de esperarle y viendo que va a echar a perder lo mágico de esta historia por su testarudez, ociosidad y falta de profesionalismo he decidido contarle la historia real... Desde el principio.

Así que cállese, respire, tome su maldita taza de café y acomódese en su sillita de cuero, que esto va a ser largo.

Empecemos con la historia...

Desde que los gemelos Kaulitz llegaron de Alemania al exclusivo colegio de Aubrey Brown, llamaron la atención de prácticamente todos los alumnos. Apenas eran unos críos de 8 años pero todos conocían de la familia de la que provenían, por supuesto, eran los herederos del emporio más lucrativo del mercado automotriz; los hijitos adorados de Thomas Kaulitz.

El pequeño Tom, cuya mirada petulante espantaba a cualquiera y su hermano Bill de aspecto mas bonachón, despertaron una serie de sentimientos encontrados en la pequeña población estudiantil, sin embargo, eso no les dificultó al hacer amistad con las otras dos pequeñas celebridades del colegio: Eloísa y Elizabeth Belfiore, hijas del magnate en tecnología Lizandre Belfiore.

Los cuatro niños tenían en común mucho mas que tardes de juegos: Los cuatro, herederos de sus propias familias, pronto disfrutaron de la fructífera asociación de las empresas de sus padres. Crecieron juntos, casi como una gran familia y compartieron la educación y los lazos afectivos propios del roce y el tiempo.

Víctima NecesariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora