Foja Cinco: Domenika Klug

109 14 3
                                    


- ¿Jefe? - el nada eficiente asistente que le habían asignado le llamó por el anexo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿Jefe? - el nada eficiente asistente que le habían asignado le llamó por el anexo

- ¿Que paso Gómez?

- La señorita Klug Villamore esta aquí...

Georg frunció el ceño y cerró su laptop. Domenika Klug no estaba citada sino hasta el dia siguiente.

- Hazla pasar...

El secretario asintió con un sonido nasal y colgó la comunicación; inmediatamente después el crepitar de unos tacones se hicieron en el umbral de su puerta.

- Sea bienvenida Señorita Klug

La despampanante morena de piel lechosa y ojos verdes hizo su ingreso a la oficina bamboleando las caderas. Su cabello negro como la noche hacia resaltar por demás sus delicadas facciones de ángel; vestía como una sexy ejecutiva y llevaba un sobre de manila en las manos.

El olor dulzón de su perfume no pasó desapercibido para el detective, así como tampoco sus largas piernas torneadas y el escote de infarto que se abría por sobre sus pechos.

- Gracias por recibirme, detective Listing

Incluso le gustó la forma en la que la joven pronunció su apellido. Schafer ya le había advertido sobre la exquisitez de la mujer, pero se había quedado corto.

- ¿Le sorprende verme aquí?

- Si le soy sincero si... No esperaba verla hasta mañana.

Domenika sonrió divertida y cruzó las piernas al tomar asiento, dándole un buen ángulo de vista a Georg.

- No me he podido aguantar, lo siento. Apenas he sabido que estaría usted en su oficina esta tarde, me he dado un salto.

- ¿Como lo supo?

- Contactos... - contesto tamborileando sus largas uñas sobre la melamina de la mesa y viéndolo con fiereza

Ese solo gesto envió ondas de deseo por cada rincón oculto de su cuerpo, imagino esas mismas uñas clavadas en su propia espalda, y esas largas piernas envueltas en su cintura; la muchacha estaba siendo demasiado obvia en sus intenciones y el era un hombre experimentado.

- Voy a tener que despedir a mi secretario - le susurró haciendo uso de sus tácticas de seducción 

- No, no lo haga por favor - contesto riendo - ha sido muy amable en confiarme esa información, me urgía hablar con usted.

- Y estoy ansioso por saber a que se debe.

Sin mas preámbulo la morena le extendió el sobre de manila que llevaba en las manos. Georg lo vio con curiosidad antes de tomarlo.

- ¿Que es esto?

- Véalo usted mismo... - contestó mientras cotejaba sus uñas

El detective abrió el sobre y observó el contenido con desdén: Eran fotos de Elizabeth Belfiore y Tom Kaulitz tomados de la mano en una cena privada.

Víctima NecesariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora