—Kai..., ¿has... has estado arreglando una cabaña para que yo la viera? —no puedo creer que eso sea con lo único que se ha quedado, pero supongo que es buena señal.

—Sí. Quería que vieras por ti misma que no soy como dicen. Ahora mismo no hay nada en el mundo que me importe excepto tú y tengo que reconocer que eso me asusta de cojones pero estoy dispuesto a enfrentarme a todo y a todos si tú lo estás.

—Yo sé que no eres malo —confiesa mientras se acerca y a mí se me deshace el alma.

—Tal vez lo soy. Pero nunca lo sería contigo —le acaricio la mejilla y ella se apoya en mi mano.

—Podemos intentarlo —me dice por fin —, pero todo esto muy raro y nuevo para mí y...

La beso y, aunque el gesto la coge por sorpresa, me sigue encantada. La beso con fuerza y con ganas porque necesitaba volver a hacerlo. He tenido sed de ella desde la última vez que la besé. De pronto, me aparta y se separa de mí.

—¿Me acabas de besar para que me callara? —tiene el ceño fruncido, pero sus manos aún están colocadas en mi pecho y sé que puede notar el palpitar de mi corazón.

—No, te he besado porque llevaba demasiado tiempo sin hacerlo y me apetecía. Bueno, y también para que te callaras —río y ella hace lo mismo —y voy a volver a hacerlo.

Asiente tímida mientras se muerde el labio.

Vuelvo a pegar su boca a la mía y nos fundimos el uno en el otro durante un rato.

—Nena, te juro que nada me gustaría más que seguir haciendo esto, pero no creo que este sitio sea el lugar idóneo para continuar —digo acariciando su espalda.



JADE

Me parece precioso lo que ha hecho Kai y, aunque todavía hay cosas que no acaban de cuadrarme del todo, quiero confiar en él. Si lo de la fiesta ha sido una trampa como él asegura... entonces los malos no son tan malos ni los buenos tan buenos.

—¿Tienes frío? —me pregunta tocándome los brazos.

—La verdad es que sí —admito abrazándome.

Sube los brazos y se quita la sudadera.

—Levanta los brazos —cuando lo hago, me introduce la prenda por la cabeza —, mucho mejor —dice sonriendo.

Su olor me invade y creo respirar por primera vez desde hace horas.

La sudadera es suave y mullida, así que me siento abrigada al instante.

—Gracias —digo mientras me la coloco bien.

—¿Vamos? —cojo su mano tendida mientras asiento.

—¿Has venido andando? —me sorprende no ver el coche de Kai por ninguna parte.

—No, he venido en el coche de Enzo —me dice señalando un deportivo verde que hay aparcado en medio de la carretera. No me sorprende ni un pelo que lo haya dejado ahí sin importarle lo que le pueda pasar, así es Kai.

No tengo ni idea de coches, pero en cuanto lo veo, sé que debe ser carísimo al igual que el suyo.

Abre mi puerta y me hace una señal para entrar. Yo entro y me acomodo en el coche mientras él lo rodea y se monta también.

—¿Adónde vamos ahora?

"Te va a llevar a su habitación, ¡otra vez!" susurra pletórica mi niña interior. Yo espero que no se equivoque y lo miro atenta.

| COMPLETA ✔ |   Aunque tú no lo sepas © [ATNLS 1]Where stories live. Discover now