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-Bien, y... ¿Cómo piensas bajarnos?- preguntó Pidge, arqueando una caja, confundida.

-No lo sé... ni siquiera tenemos trajes- dijo Lance y suspiró.

Guardaron silencio durante unos segundos, y Lance se quedó mirando atrás de Hunk, viendo cómo iban apareciendo unas cápsulas con 5 trajes diferentes: uno rojo, uno verde, uno amarillo, uno azul y uno negro. Cada uno tenía algo adherido a las caderas.

-Miren eso- señaló Lance, y sus amigos filtraron a ver. Pidge dejó la mandíbula colgando y Hunk abrió muy grande los ojos-, pueden ponérselos y salir así.

-Bien, yo me pondré el verde y tú Hunk el amarillo, creo que va más con tu... personalidad- decidió Pidge antes de ir corriendo a la cápsula con el traje verde.

-Lo veo demasiado chico para mí- dijo temeroso Hunk.

-¡MENOS CHARLA, MÁS ACCIÓN! No sé cuánto aguantaré, mucho drama- exclamaba Lance desde su lugar.

Hunk suspiró y caminó hasta donde estaba el traje amarillo. Pidge ya se había puesto el suyo y esperaba a su amigo en la puerta.

Miró a Lance.

-¿No vendrás con nosotros?

-¿Y quién se supone que pilotee la nave si no hay nadie?- cuestionó Lance, evitando soltar un comentario sarcástico.

-Buen punto.

Luego de que haber esperado a que Hunk se ponga el traje -que sí le entró-, Lance abrió la compuerta del león para que ellos salieran para el rescate de Keith. La verdadera cuestión era: ¿cómo iban a entrar en la otra nave? Las compuertas estaban cerradas, y no podrían abrirlas desde afuera ya que, suponían, también se abrían mediante controles. Como el león.

Los chicos bajaron y Lance los miraba expectante desde su lugar, asegurándose de encontrar caminos de escape por si acaso, viendo lo deshabitado que parecía aquella nave suspendida en el aire.

Hunk y Pidge caminaron en dirección a la puerta más cercana. Era blanca como toda la nave. Parecía todo tan limpio y puro, que nadie sospecharía de que, probablemente, ahí, se encuentre alguien desaparecido.

-Quizás podamos hacer algo con estas cosas- decía Pidge por el casco con intercomunicador que había descubierto jugando con él -, ah, veamos...

Agarró lo que colgaba del costado derecho de su cintura y aquello comenzó a soltar una luz un tanto celeste, hasta que se transformó en algo con forma de flecha, destellando una luz verde.

Frunció el ceño.

-¿Qué demonios es esto?

-No lo sé, intenta cortar la pared con eso y lo sabremos.

Al escuchar la idea, Pidge actuó rápido, alzó el brazo hacia atrás y luego lo impulsó hacia delante, cortando un pedazo de la nave.

Silbó con gusto y sonrió.

-¡ESTO ES MUY GENIAL!- miró a Hunk y él le sonrió.

-Bien, ahora busquemos a Keith- dijo, agarrando el aparatito entre sus manos y comenzando a caminar.

Mullet [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora