♦ C A P I T U L O D O C E ♦

135 25 5
                                    

Huir.


Pov Maby.


Un rayo de luz, que entra por la ventana, en mis ojos hace que mi cabeza punze más. Quiero ignorarlo pero el dolor aumenta cada vez más por lo que finalmente decido incorporarme de mi cama logrando quedar sentada entre las almohadas que me rodean. 

— Mierda — un susurro cargado de dolor sale de mis labios en el momento que mi madre entra silenciosamente a mi habitación cargando en sus manos una bandeja con un vaso de agua. 

— Joey y Dan se han ido, les he dicho que no irás al escuela hoy.

Mis ojos se posan en un punto inexistente en de mi pared, escuchando su voz en un tono bajo. Suelto otra maldición al sentir como un escalofrío de dolor recorre todo mi cuerpo causando que mis ojos se llenen de lágrimas que no me permito derramar

Se fuerte, no permitas que más personas te hagan débil, el momento llegará.

Rápidamente mi madre se acerca y me tiende el vaso.

— Tómalo todo, tu padre está de peor humor y no quiere que la situación se vuelva a repetir. 

No quiere más errores, con uno es más que suficiente.

Es inevitable que no apriete con fuerza mis ojos al escuchar las palabras que salieron de mi madre. Bajo la cabeza y aprieto los dientes para no maldecir — Madre....

— No, Mabyel — me corta, no me permite decir más, porque ya sabe lo que diré — sabes que no puedes decir nada, no estás en posición para hacerlo — alza mi mentor con un dedo de su mano haciendo que su uña larga se sienta un poco amenazante, hace que nuestros ojos se conecten. 

En los míos hay lágrimas no derramadas, lágrimas de dolor, sufrimiento e impotencia. Mientras que sus ojos están totalmente serios, con una dureza que solo logro ver en ella en pocas ocasiones. 

— Arréglate, saldremos y sabes que odio dar una mala imagen a todos, no dejaré que vuelva  a suceder.

******

Corre. No te detengas.

El aire frío golpea con fuerza mi rostro mientras paso velozmente por la avenida, odio cuando sucede esto, sin un camino fijo sigo recorriendo las calles en el otro extremo de la avenida logro ver aquella tienda Walex es imposible que una sonrisa no se dibuje en mi cara al recordar a los dueños tan excéntricos 

La música suave que llega a mis odios gracias a los auriculares me regresa a mi camino. 

Alzó la vista hacia el oscuro cielo que cubre la ciudad esta noche, una rafaja a un más fuerte que las anteriores golpea mi rostro.

— Espero y pronto llegue la primera nevada. — murmuro disfrutando de la frescura de la noche. 

Duele.

Camino por unos cuántos minutos más y en una esquina logró apreciar una figura oscura que reconozco fácilmente, haciendo que mi respiración se corte súbitamente.

En estos momentos no deseo  a nadie conocido a mi alrededor. 

Apresuró el paso cada vez más rápido, algunos metros más lejos escucho su voz gritando mi nombre una y otra vez.

Cuando el bus está en la parada subo rápidamente hasta alcanzar un lugar vacío junto a una ventana sintiendo mi acelerada respiración que se calma conforme me alejo.

Meto la mano al bolsillo de mi chaqueta para sacar la tarjeta del bus, cuando una mano me detiene. 

— Ya he pagado por los dos — puedo escuchar que habla entrecortadamente como si hubiera corrido un maratón.

Ya somos dos.

No respondo, aún mi labio duele, así que solo me acomodo en mi lugar evitando el contacto con la otra persona a mi lado.

Y así es como huyó junto a la persona que sigue en silencio, vamos viendo el paisaje de Nilsen/Tshering, puedo sentir como el bus se va vaciando poco a poco, a medida que más nos acercamos al gran bosque Unsworth.

La noche es más fría, ¿Pronto nevara?

Hilos de RozulWhere stories live. Discover now