Hilos de Rozul

♦ CAPÍTULO UNO.

Capítulo 01. Nueva vida.

Nuevamente me encuentro aquí, en la habitación, este lugar es como estar en una laguna oscura, simplemente no puedo describir las sensaciones que me embarga al estar dentro de esta.

— Maby, hija.— escucho la voz de mamá interrumpiendo mis  pensamientos — Baja para que conozcas a los vecinos, además no quiero que estés en esta habitación— me dice con cierto desprecio en su voz.

Al salir de la habitación se asegura de cerrar muy bien la puerta, no le gusta que nadie entre.

Esta casa ciertamente es más grande, mamá le dió un aspecto más familiar o eso dice ella.

La sala donde se encuentran los vecinos es grande y muy espaciosa, las paredes tienen un suave color azul, que hacen juego con los sillones y cojines negros, en la parte de atrás, hay una puerta completamente de vidrio que da al jardín trasero, le da demasiada iluminación a la casa.

Sentados en uno de los sillones veo dos cabezas que sobresalen, están de espaldas a mí y me causan gran curiosidad, no logro apreciar demasiado así que me acerco hasta quedar frente a ellos.

Mamá queda a un lado mío, mientras los presenta — Cariño ellos son tus nuevos vecinos, por favor, se educada con ellos — cuando los veo de frente no puedo evitar quedarme muy sorprendida, son demasiado... Interesantes.

—Ellos son, Joey Winston Price — me dice señalando a un niño de cabello color naranja, como las zanahorias, sus ojos son algo lindos, verdes con pequeñas motitas cafés, al verlos es inevitable no pensar en un gran bosque con frondosos árboles, al estar sentado, no puedo ver demasiado su tamaño, pero no sé ve tan alto, además de que está un poco gordito. Mamá voltea a ver al otro niño, sentado junto a Joey — y el es Dan Dominik D'Angelo— cuando veo bien al nombrado no puedo evitar quedarme viendo sus ojos con sorpresa, nunca había visto unos ojos tan... parecidos, él me mira con fastidio, pero es inevitable no verlo.

—Cariño, te dejo con ellos para que se conozcan un poco mejor — mamá sale de la sala y se va directamente a la cocina donde hay más personas, quienes supongo son los padres de los extraños frente a mi.

Aún sin saber que hacer, me siento en el sillón individual frente a ellos.

— Que aburrido—dijo en medio de un suspiró Joey— muero de  hambre, ¿sabes que vamos a comer?— volteó a verlo mientras me mira fijamente,  niego con la cabeza.— Bien.— bufo en su asiento con resignación cruzando sus brazos.

Joey se va tan adorable haciendo esos gestos, supongo que él trata de verse más rudo, pero no lo consigue.

Mi mirada viaja al tipo que se encuentra a un lado de Joey, él veía fijamente hacia sus pies con el ceño fruncido que lo hacía ver más...¿Lindo?  No lo sé, pero su aura era diferente y me agradaba. Mi sonrisa no se borraba para nada y creo que eso lo irritaba mas, por una extraña razón.

Cuando nuestras miradas se cruzaron, mis ojos se abrieron con sorpresa al ver más de cerca el color de aquellas iris, azul con café y café con verde, se puso de pie, caminó hacia adelante y en el momento que pasó frente a mí pude percibir su suave fragancia dulce, uno no tan empalagoso y masculino. Umm Interesante.

— Qué vecinos tan..., esto será muy divertido— digo en un suave y bajo murmullo.

— Tan amigable como siempre — dice Joey con cierta ironía en su  voz, mientras rueda sus ojos.

Es inevitable que al oír lo que dice Joey no suelte una risa, haciendo que el también ría conmigo.

—La Señora York ya nos presentó, pero me puedes llamar Jo — me dice con una gran sonrisa en su rostro pecoso—  Y aquel tipo antipático que se acaba de salir— dijo señalando con la cabeza a dirección por dónde salió — es Dominik, pero le puedes llamar Dan, es demasiado tímido, se le pasará y perdonalo le intimidan las niñas lindas como tú— reí mientras estiraba mi mano en su dirección.

— Mi nombre es Jayden Mabyel, pero me puedes decir Maby — le digo cuando tomo su mano y la estrecho, cómo he visto que hace Baruch con  sus empleados.

— Mabyel, extraño nombre— sonrie— ¿Por que se mudaron? Acaso Chuzom no era buen lugar.— preguntó con curiosidad y es inevitable que yo no  ponga una mueca llena de incomodidad en mi rostro, pero sé que debo de disimular.

— Es un tema del que prefiero no hablar, además sí me quedo allá no hubiera visto tu cabello de zanahoria —suelta una gran carcajada que se escuchó en toda la sala — nos íbamos a mudar en invierno, pero las clases comenzarán pronto y mis padres no desean que Aren y yo nos retrasemos demasiado en el colegio.

— Estamos en verano— comentó con alegría en su rostro — sí que se adelantaron. Bien, pues espero que Tshering sea de tu agrado, además mi cabello no es raro.— comenta con una media sonrisa.

— Claro,— dije alargando la a, el rió— gracias.

Pasaron minutos donde Joey y yo no dejamos de hablar, era un niño que le gustaba bastante comer, leer cómics, ver anime, música ruidosa, era de tez blanca como la mía, su cuerpo era corpulento, pero parecía no importarle, por que no dejaba de comer las botanas de la mesa, definitivamente me encantaba su risa y me gustaba su forma de pensar y al decir varias cosas.

Pasaron más minutos de los que pensé hasta que mi madre nos interrumpió.

— Cariño me puedes ayudar a poner la mesa para los invitados, se quedarán a cenar.

Me puse de pie, le pedí a la zanahoria que me esperará, al chico misterioso no lo había vuelto a ver desde la desastrosa presentación, quise restarle importancia.

Ya solo faltaba la última copa por entregar cuando al girarme me topé con algo, más bien alguien, por el choque derrame el vino sobre todo su camisa, abrí  los ojos por la sorpresa.

El chico misterioso me miró, sus ojos los podía ver aún mejor, me quedé impactada por el parentesco de ellos, él carraspeó su garganta mientras  me pasó de largo hacia la cocina sin decir de nuevo nada o eso pensé

Mientras él lucía sus iris, yo tenía que… bueno no importa.

— No vuelvas a tocarme — me dijo con molestia, mientras se alejaba de mí rápidamente.

Sonreí, y así empezó mi vida en la ciudad de Nilsen/ Tshering, con mis nuevos vecinos. Y mi nueva vida.

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WALEX IS REAL Y SIEMPRE ESTARAN JUNTOS 🖤 ADEMAS DE QUE ME AMAS.

Si ven alguna falta de ortografía, por favor avísenme jajaja.

Ay mi Maby, me encantas.