Capítulo 3: La maldición del punto negro

Start from the beginning
                                    

– Afuera, rápido.

Los cuatros nos salimos con un poco de ayuda. Todos. Nos encontramos sorprendidos por encontrarnos ahí. Nos vamos a un camarote, nos damos cuenta que estamos en el alta mar.

– Usualmente nos dices a donde dirigirnos o simplemente nos tratas de sorprendernos- le digo enojada-. Pero esta vez fue de llegamos y ya.

– Luego te explico, tal vez tengas razón- me responde.

– ¿Sobre qué?

– Sobre lo que estábamos hablando hace rato.

– Lo de Amy- el Doctor asintió con la cabeza-. ¿Qué es lo que piensas hacer?

– No se, haber que se me ocurre conforme pase el tiempo, ya vendrá algo.

– Muy bien, se los entregaremos a la sirena.

– Espera, ¿qué? ¿A la sirena? ¿Qué sirena?- pregunta Rory sorprendido.

Vemos que demás hombres salen a cubierta, siento un malestar en mi mano, me doy cuenta que es un punto negro. No lo tenía cuando bajamos de la TARDIS.

– Doctor- lo llamo-, hay un problema.

– Ahora no, Finnigan, estoy pensando en un plan para escapar.

Escuchamos como Amy aparece con un traje de pirata, tratando de salvarnos, al menos reaccionó antes que yo, de sacarlos de los apuros en los que estamos. Creo que está realizando el sueño de muchos niños, de combatir contra unos piratas. Todo va bien hasta que hiere accidentalmente a uno.

– ¿Qué acabas de hacer?- pregunta asustado.

– Tranquilo, solo fue un simple corte- responde Amy tranquila.

– No, acabas de condenarme- responde asustado.

– ¿Por qué te acaba de condenarte?- preguntó sorprendida por su reacción.

– Eso no es cualquier corte, es la maldición de la Mancha Negra, eso significa que la sirena vendrá por él.

– ¿La sirena?- sigo incrédula ante las palabras del Capitán, escuchamos lo que parece ser el canto de una mujer.

– Es ella, está anunciando que viene.

Del agua aparece una mujer de cabellos negros, tez pálida y un vestido blanco. Parece más a una ninfa que una sirena. Mis pies empiezan a caminar e inconscientemente me dirijo a hacia ella. Escucha que alguien me llama.

– ¡Regresa! ¡Abigail!- dice el Doctor a lo lejos-. ¡Por favor hazlo!

– Es tarde, si tiene el Punto Negro, se la llevará- responde el Capitán.

La mujer me dice que debo de ir con ella para que va a cuidar mi herida y checar a mi bebé. Sonrió como tonta, me subo al borde del barco, siento como me agarra para solo llevarme con ella, pero vamos directo al agua, provocando que casi me ahogue y cierre mis ojos al instante.

Voy corriendo a lo largo del Consejo de los Señores del Tiempo, papá había aceptado, al fin que pudiera acompañarlo a algunas sesiones para poder continuar con su legado, pero hoy no me necesitaba, estaba ocupado haciendo no sé qué cosa.

Pasó en frente de una puerta abierta, veo que una mujer está escribiendo en círculos gallifreyanos en papel, los avienta como si fuera cualquier cosa. Me asomo, pero sigue concentrada en su tarea.

– Si creías que no me había dado cuenta de tu pequeña presencia, estás muy equivocada.

– Yo... solo... pasaba por aquí- digo tratando de sonar tranquila y convincente.

Doctor Who (VI) : When a Good Man Goes to WarWhere stories live. Discover now