Aquello fue un impacto para Bruce, cuando escuchó aquellas tristes palabras sintió un dolor mucho mayor que el que estaba sufriendo su cuerpo. Su luz murió, su amor, su compañero, amigo y esposo ya no volvería con él. Jamás volvería a escuchar su voz, no vería sus ojos, no le vería preparar el desayuno cuando bajara a la cocina, no volvería a ver su sonrisa, ya no volvería nada, todo se lo llevó en un segundo la Parca y jamás se lo devolvería.

Fue demasiado duro, un golpe que nunca podría superar, los primeros días fueron los peores, no quería comer ni dormir, solo quería estar sumido en la oscuridad y llorar por su pérdida mientras se culpaba a sí mismo por no hacer algo tan simple como mirar la carretera, por no haber sido rápido y haber esquivado el coche. Si tan solo pudiera volver al pasado pero no podía... era imposible retroceder en el tiempo es por ello que decidió centrarse en el trabajo y en nada más, incluso se olvidó por un momento de sus amados hijos puesto que no les podía mirar a la cara sin tener todos esos recuerdos con su esposo y es cuando consiguió aquel revolucionario invento que eran los androides personales a pesar de que al principio iba a ser de su uso personal pero cuando vio todos los beneficios y todo lo que podría ayudar pensó en su esposo y en que seguro que le diría que ayudara al resto de personas con ello así que los sacó a la venta aunque el modelo que él tenía no lo tenía nadie y lo prefería así

- Bruce - apareció su androide personal y totalmente exclusivo, el reflejo de su propio esposo un hombre alto, moreno, cabellera negra, una gran sonrisa y lo más importante, unos ojos azules que no parecían de este mundo al igual que los suyos. Lo único que le hacía recordar que no era él era un LED que tenía en la sien. Quien viera eso pensaría que sería algo enfermizo y toda una locura pero para Bruce era solo un recordatorio para mirar siempre al frente y no olvidar su gran fallo que le costó la vida de su amor - Bruce ¿estás bien? - se acercó a él con el mismo tono de voz y movimientos que haría el original puesto que Wayne había pensado en todos los detalles y tenía todos los medios necesarios para ello

- Tranquilo Clark ¿qué pasa?

- Tienes una cita con los del equipo de I+D dentro de nueve minutos y seis segundos ¿les aviso que tardarás?

- No, ahora mismo salgo, gracias

- No hay de qué - sonrió de una manera tan natural que le hacía pensar a Bruce que sería el original pero no era así, ya lo tenía asumido - recuerda que tienes que comer con Oliver a las tres en punto de la tarde en The Fat Duck, ya he preparado el coche que usarás y reservado, con que digas tu nombre bastará

- De acuerdo ¿algo más en la agenda? - empezó a arreglarse siendo ayudado por el androide

- Reuniones de cinco a siete y a las nueve tienes la fiesta de cumpleaños de Damian ¿quieres que agregue una actividad más en la agenda? - sonrió amablemente mientras le ponía mejor el nudo de la corbata de la misma forma que se lo hacía el Clark original

- No, me marcho

- Bruce, no olvides las nueve y cuarto con siete segundos de la noche del nueve de mayo por favor- dijo siguiendo el programa instalado que se activaba cuando Bruce se iba a cualquier sitio sólo o cuando tenía que conducir

- No lo olvidaré Clark, nunca - dijo triste pues esa era la hora exacta de la muerte de su marido pues, como ya dije, Bruce creó más bien a aquel androide como recordatorio del mayor de sus fracasos. El androide sonrió feliz

- Que tengas un buen día - se despidió de él siguiendo su trabajo como ayudante personal del empresario el cual caminaba con poderío por los largos y pasillos de su empresa.

Quien lo viera pensaría que era el hombre más afortunado del mundo puesto que tenía dinero y fama pero para él había otras cosas mucho más importantes que esas.

Gotham: Become HumanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora