Capítulo uno.

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*BEP BEP*

El fuerte sonido de la alarma me hace brincar de la cama, haciendo que mi cuerpo impacte contra el suelo. Gimo de dolor. Maldita escuela, porque tiene que empezar tan temprano.

Agrego una nota mental a las cosas que debería hacer y nunca hago. <Nota mental, dejar de dormir cerca de las orillas de la cama.>

Otro maldito día en la escuela, que divertido, notese el sarcasmo. Me levanto del suelo y camino hacia el baño para darme una larga ducha que me relaje.

[...]

-¡Bree! Mueve tu trasero aquí de inmediato. ¡Se nos hará tarde de nuevo!

-¡Ya voy mamá! -grito desesperada. Odio que me apuren.

Camino hacia el closet y tomo un short corto blanco y una playera azul, que me queda al menos unas dos tallas grande y que muestra mi hombro y un poco de mi vientre, junto con mis inseparables converse negras.

-¡Bree!

Tomo mi mochila y me la cuelgo en el hombro mientras corro escaleras abajo. Paso mis dedos por mi cabello tratando que controlarlo, odio peinarme.

-Por dios Bree, ¿qué tanto haces allá arriba? No es como que te arregles.

Ruedo los ojos y camino hacia la puerta.

-Se nos hace tarde, anda mamá.

[...]

-Que te vaya bien hija, mucha suerte en tu examen.

-Gracias má, de verdad la necesito. Nos vemos. -murmuro abriendo la puerta del carro y caminando hacia la escuela.

En la puerta me esperan dos de mis mejores amigos, Ryan y Austin. Ambos entrenan fútbol americano, tienen cuerpos atléticos y son unos idiotas de primera.

En cuanto llego, choco los puños con ellos a forma de saludo.

-¿Qué hay?

-¡Bree! -grita Austin mientras me eleva en sus brazos y comienza a darme vueltas.

-¡Bajame idiota! ¡Sueltame! ¡Ryan, ayúdame! -Ryan sólo ríe y niega.

-Baja a mi chica, ahora mismo.- escucho la gruesa voz de Daemon a mis espaldas, Austin se detiene al instante y me baja.

Cuando volteo observo la figura de Daemon junto a alguien más, quiero suponer que es mi otro mejor amigo. Pero todo da vueltas a mi alrededor.

-Creo que voy a vomitar -con mi mano derecha me tapo la boca mientras que con la izquierda sostengo mi estómago.

-Mira lo que hiciste idiota, ahora va a vomitar. ¿Estas bien? -pregunta Kellan.

Asiento y trato de enderezarme, pero todo sigue dando vueltas.

-Woow tranquila, despacio.- murmura Daemon.

-Cállate tonto, no soy tu chica. -digo ya mejor.

-Sólo lo decía por ayudar, deberías estar agradecida.- Golpeo su hombro y todos ríen, saben que ya estoy mejor.

-Lo siento Bree. -Murmura Austin rascando su nuca.

-No pasa nada Aus. -Sonríe y me abraza.

Las chicas a mi alrededor me miran con odio, y claro, las entiendo. Estoy rodeada de los chicos más populares, no hablo con mujeres, y técnicamente, hacemos todo juntos.

Ryan y Austin entrenan fútbol americano, tienen a la mitad de la población femenina de la escuela tras ellos, y ellos conviven sólo con una mujer y esa soy yo.

Aunque, no soporto esas idioteces de la moda y el color rosa, ugh. Me visto como hombre, parezco hombre, me gustan las cosas de hombre. Supongo que por eso me aguantan.

Por otro lado Daemon y Kellan sólo son los más populares, son graciosos, agradables e inteligentes. No practican deporte pero tienen buen cuerpo. Los cuatro son guapos, o al menos eso dicen las chicas, pero yo a los 4 les veo cara simio retrasado. No se que les ven, la verdad.

Durante nuestro camino a clase platicamos y bromeamos sobre cualquier cosa .

Y así siguieron las primeras horas del día, los maestros ya saben como somos y prefieren ignorarnos. Algunos, claro.

Lo único que vale la pena contar es que cancelaron el examen que pondrían, gracias a las almas reprobadas que se apiadaron de mí, y por alguna situación cancelaron el examen.

En el receso me siento con mis mejores amigos, las mujeres pensarían que no tengo nada que platicar con ellos, pero se equivocan, tenemos tanto en común.

-Bree, hoy tenemos partido, no lo olvides. -empieza a decir Ryan. -Eres nuestro amuleto de la suerte, no vayas a faltar. -termina Austin.

-¡Oh men! ¿Creyeron que lo olvidaría? Claro que no, par de idiotas. Daemon y Kellan no han dejado de joderme toda la semana con ese partido. Allá los veré. ¿Si no luego como me los quito de encima?

Ambos ríen y besan mis mejillas, dejando su asquerosa baba en mi cara.

-¡Que no hagan eso, joder! -grito tratando de que me escuchen. Pues los muy cobardes huyeron.

Los estudiantes me observan, las chicas con una ceja levantada y los hombres con una sonrisa.

-¿Se les perdió algo? -digo lo suficientemente alto como para que todos en la cafetería me escuchen. De inmediato todos vuelven a sus actividades, quitando sus miradas de mí.

Excepto una.

Al fondo de la cafetería hay un chico, y es el mismo que me ha estado viendo toda la maldita semana.

Inhalo, exhalo. Hoy amanecí de buenas y no voy a provocar problemas. Uno, inhalo. Dos, exhalo. Tres, vuelvo a inhalar y a exhalar.

-Hey Bree. ¿Qué pasa? Luces molesta. Aunque, pensándolo bien tú siempre luces así. -dice Kellan sentadose a mi lado.

Suspiro y lo golpeo detrás de la nuca.

-¡Oye!

-Te lo merecías.- Digo sonriendo sin mostrar los dientes.

-Sonriendo así hasta pareces tierna. -Lo miro amenazante y él se aleja de mí. -Relax Bree, es un chiste.

-Te juro que de comediante te mueres de hambre.

Él sólo suelta una carcajada.

-¿Me dirás por que lucias molesta?

-No es nada importante, sólo ignórame. -Digo viendo como toma agua.

-¿Me das?

No obtengo respuesta.

-¿Kellan? -Él comienza a comer su almuerzo, ignorandome.

-¡Kellan te estoy hablando! ¡Voltea a verme, maldita sea! -Digo golpeando su hombro.

-¿Qué mierda? ¡Me dijiste que te ignorara!

-¡No tan literal, idiota!- Él solo ríe, lo acompaño.

-¿Y Daemon?

-No lo sé, creo que estaba buscando a un chico nuevo.

-¿Alguien nuevo? ¿cuándo llego que no me entere?

-Lunes -Dice masticando sus papas fritas.

-¿Qué? ¿Pues que día es hoy? -pregunto robando de sus papas.

-Miércoles. -Casi me atraganto con las papas pero logro pasarlas mientras dejo caer mi cabeza en el hombro de Kellan y ahogo un grito.

-Mañana es el terrible Jueves, ¿debo pedirle a alguien protección, un médico tal vez?

-¡Kellan! Ya te dije que lamento haberte golpeado con ese casillero. -Pobre Kellan, por ser el más dulce es quién más sufre. -Y haber fracturado tu nariz. -Digo arrepentida.

-Aún me duele. -Hace un puchero y comienzo a reír.

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La verdad no se sí hay alguien que vaya a leer esta fic😏 Pero si las hay voten y comenten por favor❤️

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