Cincuenta y cuatro, parte I.

4.8K 384 104
                                    

Carter.

Después de estar un rato con los demás, regresé a mi casa, pensando en la misma cosa una y otra vez.

Me había dado cuenta de que Bree me gustaba, sí, pero... ¿Qué iba a hacer con eso?
¿Realmente quería hacer algo?

Tienes qué. Olvídala, acércate a ella, haz algo para detener estos pensamientos.

¿Estaba realmente seguro?

--Carter --llamó mi padre, parándose frente a mí--. ¿Estás bien? Te ves un poco pensativo y creo que te ves más blanco de lo normal...

Asentí, mientras sacudía la cabeza para salir de mi ensoñación.

--Sí, creo --murmuré--. ¿Qué hora es? ¿Saliste temprano?

--De hecho, no.
¿Cuánto tiempo estuve ahí pensando?

--¿Pedimos una pizza? --pregunté, tratando de olvidar el hecho de que estuve por lo menos 1 hora debatiendo sobre qué hacer.

--Espero que no te moleste que no vaya a comer contigo, iré con una amiga...

--No, no, me parece bien.
Asentí con una sonrisa, realmente me parece bien. Ya iba siendo hora de que mi padre encontrara a una mujer con la cual estar.
Claro, siempre y cuando no fuera como la mayoría.

--¿No crees que ya va siendo tiempo de que tú también consigas novia? --preguntó.

--¿No era una amiga? --contraataqué.

--Sabes bien de lo que hablo Carter --amenazó--. Respeto tu manera de pensar sobre las chicas, pero no puedes pasar toda tu vida soltero.

--No...

--Cállate y escúchame --me interrumpió--. Sé que te gusta Bree, hombre se nota varios kilómetros a la redonda pero, ¿qué estás haciendo para tenerla contigo?

--No estoy seguro...

--Para eso Carter. Estás seguro. Sabes bien que te gusta, y que si la perdieras ahora probablemente lo lamentarías toda tu vida. Al menos yo lo sé, sé que la prefieres a ella sobre todas, y sé que Bree no es como las demás.

--Eso lo sé, pero no puedo... No sé qué hacer, jamás he pasado por esto...

Y realmente no lo sabía. Dios, qué frustrante.

--Piensa Carter, ¿por qué ella? --preguntó.

¿Por qué ella?
¡No lo sé! ¿Su cabello? ¿Sus ojos? ¿Sus golpes? ¡¿Su trasero?!

--Me tengo que ir --murmuré caminando hacia la puerta, sin saber muy bien hacia dónde iba.

--Suerte hijo.

--Igual a ti.

Tomé las llaves de mi auto y salí de ahí, en dirección a casa de Kellan, esperaba que él pudiera ayudarme.

Cuando llegué, su hermana pequeña me abrió la puerta.
--¿Qué haces abriendo la puerta pequeña Molly? --pregunté mientras la levantaba entre mis brazos.

--¡Carter! --gritó ella riendo mientras pasaba sus pequeños brazos por mi cuello.

--¡Molly cuantas veces te he dicho que no abras la puerta tú sola! --gritó Kellan llegando--. Hola Carter.

She's... Different?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora