Cuarenta y dos.

8.9K 543 41
                                    



Bree.

Abrí mis ojos debido a la molesta luz que se colaba por entre las cortinas.
Gemí fastidiada tapando mi vista con mi brazo.

Sentí una respiración cerca de mi cabeza y me estremecí.
Destape mi vista y note la enorme y pesada pierna de Carter sobre mi estómago, así como su largo brazo en mis clavículas.
El calor de su cuerpo comenzaba a molestarme, así que tire al suelo la sábana que cubría nuestros cuerpos.

Y noté que Carter sólo vestía sus bóxers. Pero eso no era lo peor de todo.
¡Mi ropa también había desaparecido! Mi top deportivo y mi bóxer femenino seguían en su lugar, gracias a dios.

Sentí que toda la sangre se me iba a la cara, especialmente a mis mejillas.
No, no, no, ¡no!

No hay razón para estar apenada, por supuesto que no, ¿verdad? Siempre duermo así, incluso con Daemon alías el "El pervertido."

¿Por qué habría de apenarme que Carter me viera así? ¿O el simple hecho de él durmiendo en bóxer conmigo? Austin siempre lo hace.

Suspiré tratando de tranquilizarme y tomé varias respiraciones hasta lograr mi cometido.

¿Qué mie..?
¿Cómo terminamos así?

Recuerdo que no tomamos cerveza... ¡Ni siquiera la he probado!
¿Drogas? Por supuesto que no, mi deporte no me permite ningún tipo de adicción.

¿Qué mierda pasó?

Lo último que recuerdo es haber ido a cenar y tomar ese extraño té que Sara  nos ofreció antes de irse a dormir...

¡Sara! ¡Mi propia madre!

Carter hizo un sonido parecido a una queja y a un gemido y me acercó más contra él.

John, sálvame.

Me removí incómoda tratando de huir del agarre de Carter, pero solo logré lo contrario.

--Carter --susurré--, Carter...

"Mmmmm." Fue su única respuesta.

--¡Carter joder me estás ahogando!
Él sonrió entre sueños y me acercó aún más a él.

Mi corazón comenzó a latir más rápido de lo normal y mis mejillas ardieron.

Me siento tan... Extraña, ridícula, femenina.

Y comenzaba a fastidiarme esa sensación.

--¡Carter! --dije con voz fuerte, moviendo su cuerpo repetidamente--. Despiértate imbécil.

Carter abrió los ojos y me vio con sorpresa. Pero no se movió ni un centímetro.

--Bree...

La sensación de molestia que comenzaba a aparecer en mi interior desapareció en cuanto mis ojos hicieron contacto con los suyos.

--¿Por qué no llevas ropa? --preguntó rompiendo cualquier cosa que comenzaba a surgir entre nosotros.

--¿Por qué tú no llevas ropa? --contraataqué.

She's... Different?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora