Contramedidas

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Extraño.

Esa sería la palabra que usaría para describir la situación actual. Y es que nunca se hubiera imaginado a si mismo aceptando la invitación de ese hyung para ir por un café, mucho menos habría imaginado que él también llegaría a esa precisa cafeteria, en ese mismo momento, para beber algo con sus amigos.

Podía sentir su mirada quemarle en la nuca. Eso había pensado hasta que despegó la vista de la mesa para encarar a su acompañante y excusarse por su cobarde retirada, más, las palabras del contrario llegaron antes de que formulara las propias. -Ese chico que dijiste es tu ex... parece que quiere comerme vivo. ¿Crees que piense que esto es una cita? -Comentó mirando de reojo con velocidad prosiguiendo a mirarle a los ojos. -Porque sería divertido ponerlo celoso~ -Aseguró, esbozando una sonrisa, que, de no ser porque conocía a ese hyung desde hacía muchos años, no podría notar la malicia escondida en ella. 

-Hyung, no creo que sea buena idea... -Formuló en voz baja. -Él y yo... No creo que sea lo mejor para hacer en estos momentos. -Finalizó no queriendo dar muchos detalles. No quería generar lástima en su mayor, mucho menos que juzgara sus decisiones, él no era como Heechul, quién había estado de acuerdo en cómo manejó su relación.

-Bien~ pero no se podrá hacer nada si él viene aquí por voluntad propia -Aclaró, elevando una ceja connuna sonrisa divertida. -Como creo que hará pronto, porque en serio me mira con el odio escrito en toda su cara. Puedo adivinar que ustedes no terminaron como debía ser sólo con verlo, ¿No es así? -Maldecía que fuera tan agudo con los detalles.

-Podría decirse... -Respondió sin decir mucho en realidad.

-Yoongi...

-¡Yoongi hyung! -Y así, su peor pesadilla se hizo realidad. Jeon Jungkook se había acercado hasta su mesa en el preciso momento en que bajó su guardia. -¡Que coincidencia encontrarnos aquí! -Quería reír or la falsedad que se escondía detrás de ese tono alegre y las palabras elegidas por el menor, pues bien sabían los dos que su encuentro era cualquier cosa me os una coincidencia teniendo en cuenta que ese café era el favorito de Min, al que siempre acostumbraba ir los sábados en la tarde. -¡Oh, perdón! ¿Los interrumpí? -Ahí estaba, el tono pasivo-agresivo que Jeon utilizaba siempre que quería iniciar una discusión, pues sabía que Yoongi lo odiaba.

No iba a caer en esa cadena de eventos tan común. -Si, de hecho si. -El rostro del castaño se deformó en una mueca incomprensible, pero podía adivinar que se debía a que no se esperaba que respondiera de forma directa, ya que nunca lo hacía, siempre prefería evitar las discusiones hasta que él lo sacaba de quicio y sacaba lo peor de su interior. -Estábamos teniendo una conversación algo importante, así que debo pedirte que te retires, ya te dije que si tienes alguna duda en cuanto a tus tareas las anotes y me las consultes en la siguiente sesión -Tomó aire brevemente. Debía decir bien lo siguiente. -Fuera de ese horario, tu y yo no tenemos nada de que hablar.
Hizo énfasis en lo último dicho, buscando con ello delimitar de forma clara la naturaleza de su relación actual. Solo tutor-alumno, nada más.

-Y-Yo... -Desvío la mirada, si le miraba mientras hablaba con ese tono tan lastimero perdería. Lo sabía. Maldición que lo sabía muy bien. -Entiendo, lo siento.

Y sin más, se retiró. Así de fácil. Sin insistir.

-Fuiste muy duro, Yoongi.

-Zhoumi hyung, ¿Alguna vez oyó hablar de las contramedidas? -Consultó con toda calma, pasando a tomar su Americano con la diestra, sujetando el sobrecito de azúcar con la izquierda. Nunca le ponía nada para endulzarlo, pero ahora creía estarlo necesitando.

《 ◇ ♡ ◇ 》

-Sigue estando mal.

-No es cierto. Lo revisé tres veces, y recordé todas las cosas que me marcaste.

-¿Positivo más positivo? -Hubo un silencio breve, lo vio alzar las cejas para luego contestar.

-Positivo.

-¿Y positivo más negativo?

-Negativo. -Replicó, ésta vez de inmediato y cruzándose de brazos con un aire de prepotencia rodeándole.

-¿Entonces porqué no colocaste el signo? -Y así toda la confianza de Jungkook se fue por la borda. Al menos eso aparentaba ser la imagen frente a sus ojos, de un castaño menor tomándose del cabello y estrellando su frente sobre el cuaderno que él le había devuelto hace menos de un minuto. -Golpeandote la cabeza sólo matarás las pocas neuronas que te quedan.

No hubo respuesta. No es como que la esperaba en realidad. El silencio se extendió por varios minutos, incluso cuando le vio levantar la cabeza al fin y recoger la hoja de ejercicios matemáticos para retomar su tarea.

Al no mediar palabra entre ellos podía apreciar mejor el sonido del vacío mismo. Los señores Jeon no se encontraban en la casa ya, se habían marchado el día anterior según recordaba, con el motivo de asistir a una de esas capacitaciones laborales obligatorias que tan urgentes parecían. Tenían la casa a solas y sin ningún aparato electrónico encendido, lo cual producía una falta total del ruido que le permitía escuchar con lujo de detalles la violencia con la que las gotas de lluvia se precipitaban contra el techo y ventanas de las casa. Llevaba lloviendo desde antes de que él llegara allí, al punto de que su padre tuvo que llevarlo en automóvil, pero, por como se oía el fuerte goteo, el azotar del viento y los truenos en la lejanía, era preciso decir que había empeorado la condición climatológica.

-¿Ahora si? -La voz ajena interrumpió la corriente de sus pensamientos, trayéndolo a la realidad. Con tranquilidad tomó la hoja y comenzó la revisión, sintiéndose satisfecho al ver que había corregido sus errores sin que tuviera que marcarle específicamente desde estaba cada uno.

-Al fin. -Replicó desganado. Ahora...

-Biología. -Respondió Jeon levantándose de la mesa en busca del libro de dicha materia. -Luego de matemáticas, es el examen más cercano.

-Ya veo. Sólo haremos un repaso general de los temas -Informó mientras encendía la pantalla de su celular para ver la hora. -Ya casi es hora de cenar, si lo alargamos más se hará tarde para que mi padre salga con esta lluvia... -No agregó más. Se dispuso a esperar allí sentado, más, el sonido del teléfono de la casa le obligó a ponerse de pie. -Yo contestó, tu busca el libro. -Anunció en voz alta. -Residencia Jeon -Dijo apenas alzó el aparato, queriendo golpearse a si mismo luego de hacerlo.

-¿Yoongi?

-¿Papá?

-Ah... si. -Hubo un silencio nada cómodo. -Como sea, hijo, llamaba para preguntar como están por allí.

La pregunta de por si se le hizo extraña, pero trató de no pensarlo mucho y limitarse a responder a su progenitor. -¿Bien? Supongo. ¿Por qué preguntas?

-Oh, ¿No llueve allí? -Desde el otro lado de la línea pudo escuchar la voz de su madre -A quién imaginó, estaría pegada a su padre tratando de sacarle el teléfono- murmurando un "dile que prenda la televisión en el canal seis". Sin demoras hizo su camino hasta la sala y tomó el control remoto. -Dice tu madre que-

-La oí -Fue lo único que alcanzó a decir mientras leía el titular del noticiero.

"Árboles colapsados por el fuerte viento cortan las calles, se recomienda permanecer en sus hogares"

"Es una maldita broma"

Pensaba mientras trataba de procesar lo que eso significaba. -¿Yoongi? Hijo, estás...

-Papá, ¿Eso significa que tengo qué...?

-No puedo ir a recogerte Yoongi, ¿Crees que será mucha molestia para los señores Jeon dejar que pases la noche ahí?

Todo tenía que ser una maldita broma muy bien elaborada.

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⏰ Última actualización: Nov 19, 2018 ⏰

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