"Cada cabeza es un mundo"
Soy Believe, y puedo asegurar cuán cierta es esa frase, dentro de las personas aguarda un mundo lleno de posibilidades con criaturas maravillosas, sueños y cosas jamás vistas, ¿cómo lo sé? Soy una de esas criaturas, vivo en...
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— ¡Buenos días! —te recibo con las manos en la cintura—, me siento feliz de que hayas decidido seguir con nosotros, la escritora ha trabajado mucho en esta aventura.
Cheshire tumba un florero al piso, cierro los puños y comienzo a caminar hacia él, el temeroso gato en respuesta, huye volando.
» ¡Claro, huye! —reclamo siguiendo su escape por la ventana— ¡Un día de estos dormirás con la carne del congelador!
Me volteo, veo como me miras, entrecierro los ojos para formular lo siguiente:— Sí, no me gustan los animales. La escritora puede amarlos, pero yo los detesto, solo mira el desastre que hacen. —señalo haciendo un ademán de negación con la cabeza. Suelto un suspiro— Ya vámonos, antes de que envejesca 10 años.
El portal hace su aparición y entramos por él, las chispas de colores se nos pegan a los cabellos, hacen parecer aún más pálido a mi pelo color nieve.
El portal con matices color zafiro desapareció, y nosotros estamos en la historia como si no hubiese habido una pausa.
— ¿Tomamos el coyobús o el unipies? —pregunta Wonderfull tras pasando las puertas de la aventurería.
— El coyobús, no es muy rápido, pero el unipies es mucho más costoso, y no traje dinero suficiente como para pagarlo —objeto viendo como una pequeña shantel se queda viendo mi aureola.
Obtaré por ignorarla.
Los shantel tienen figura humana, con la particularidad de que sus cabellos siempre los llevan largos, sin importar el sexo, puesto a que son su rasgo más hermoso y llamativo. Sus cabelleras de color caramelo, por la que caen mechones color arcoíris entremezcladas con otros del color del oro, ya que de eso son: oro puro. Sus cabezas son coronadas con unos cuernos de venado.
Son seres muy agraciados.
Caminamos esquivando a las criaturas del congestionado centro de Life, inyectamos prisa en nuestros pasos, atravesamos la calle para esperar al coyobús en la estación.
— Un coyobús son criaturas similares a un auto, con la diferencia de que estos poseen pelaje, —detallo mientras esperamos al coyobús dentro de la estación— donde deben estar el parabrisas y las luces delanteras del auto estaba en cambio, la cabeza de un coyote. Y las ruedas en realidad son sus patas.
— Algunos tienen el pelo plateado —habla Wonderfull con una sonrisa que hace resaltar sus ojos carmesí— , pero mis preferidos son los azules, como mi cabello.
Veo la cabellera azul intensa de mi amiga, la cual a pesar de ser corta, hace parecer a su mirada enmarcada por sus anteojos, más intensa de lo que ya es.
» Hasta no pude evitar incluir algunos en varios de mis relatos —agrega con el pecho hinchado en orgullo.
— ya nos veremos cuando seas vieja y tengas más de diez coyobús que suelten pelo, tengan pulgas, no te dejen en paz de tanto hablar y, los días de luna llena no dormirás por sus irritantes aullidos —me burlo de ella, para verte—, ¿Verdad?
