Epílogo

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Luego de un mes logre estabilizarme y llevar a cabo mis obligaciones como reina. Amir me apoyaba en todo lo que podía y daba su opinión cuando yo lo ameritaba. Mis padres se quedaron con la duda de qué pasó exactamente con la bruja. Solo les dije que no iba a volver nunca, ellos no parecieron conforme con esa explicación, pero no dijeron nada.

Al pasar los días Amir y yo nos volvíamos inseparables. Nuestra relación siempre fue extraña pero ambos sabíamos que sentíamos algo el uno por el otro. No habíamos hablado de eso en concreto hasta ahora.

Estábamos sentados en los bancos del jardín. Observando la fuente, esa que siempre me había encantado. Su mano tomó la mía y entrelazó nuestros dedos. Me volteé a verlo y me recibió su sonrisa. Esa sonrisa podía iluminar todo a su paso. Su expresión calmada me tranquilizó.

—Lo nuestro es especial, ambos sabemos eso. No necesitamos palabras bonitas ni regalos para hacerle saber al otro lo que sentimos. Sin embargo, me gustaría proponerte algo.— comenzó a decir

—Sabes que estar conmigo conlleva una responsabilidad grande y aún así desde que nos conocimos no has dejado de mostrar interés por mí.

Se levanto y me llevo con él hacia la fuente. Nos sentamos en el borde de esta. Observe distraída el agua mientras esperaba que el hablara. Me acerqué más con curiosidad al ver una roca dorada en el fondo de la fuente. Sin nada que decir estire mi mano y tome la roca. Era muy bonita, brillaba con los reflejos del sol.

Las manos de Amir tomaron la mía en donde estaba la roca y la giro. De inmediato vi que tenía algo escrito y aparte sus manos para poder leer.

" ¿Quieres ser mi novia? "

Mi corazón se detuvo al leer esa pregunta. Los nervios invadieron mi cuerpo y mire a Amir. Nunca había tenido un novio. No salía mucho del castillo y para ese entonces mi sentir era prácticamente nulo.

—Yo nunca...— Amir no me dejo terminar y empezó a hablar él.

—Quiero que tengas todas las experiencias posibles. Sé que antes no podías y estabas encerrada en ti pero ahora eres libre. Quiero estar a tu lado sólo si tú me lo permites.— dijo acariciando mi mejilla.

—No se como actuar... todo esto es nuevo para mí.

—Lo sé, por ahora solo tienes que contestar.— dijo sonriéndome le devolví la sonrisa y rápidamente envolví su cuerpo con mis brazos.

—Sí— dije en un susurro.

Estaba empezando a vivir.

Amir McCormarck

La felicidad no cabía en mi cuerpo. Se sentía realmente bien saber que podía enseñarle las maravillas del mundo. Debió ser horrible pasar la mayor parte de tu vida dentro de un castillo.

Después de pensar por unos instantes en como pedirle ser mi novia. Elena me dijo que esta fuente le encantaba. También, fue donde nos conocimos aunque de eso no me acuerde tanto porque estaba débil.

Nuestro abrazo duro lo suficiente como para saber que estaba totalmente seguro de estar con ella aunque conllevara una gran responsabilidad. Estaba dispuesto a todo por ella. Y muy posiblemente tendríamos retos en el camino, pero ambos sabíamos que contábamos con el otro para todo.

Logré romper una maldición que atormentaba a su familia por años. Logré que ella amara de verdad y eso es lo único que necesito saber para querer todo con ella.

Al final, un corazón puro lo es todo.

FIN

Dios salve a la reina Where stories live. Discover now