Los gemelos Malfoy

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"Escucharon que maldijeron a Katy"

"Dicen que llevan a un collar maldito para el profesor Dumbledore"

Draco caminaba asustado hacia la sala de menesteres, esa era la actitud que tenía estos últimos días, siempre asustado y a la defensiva, temía fallar en la misión y que Voldemort lo matara por eso, cuando entro quito la tela que cubría el armario para hacer una prueba y ver que faltaba por terminar.

—¿Un collar maldito? ¿Es enserio lo que hiciste Draco?. —Evan salió detrás del armario—. ¿No pudiste usar algo más eficaz?

—¿Qué se supone que hubieras hecho tú?—dijo molesto

—Fácil, usar a un profesor, es más sencillo que uno de ellos pueda acercarse a Dumbledore sin parecer sospechoso—respondió obvio

—Si lo ves tan fácil ¿Por qué no lo haces tú?. —Draco se acercó al armario

—Porque ese es tú trabajo querido hermanito. —paso a su lado despeinándolo—. No te voy a hacer tú tarea sólo porque te asusta lo que Voldemort pueda hacerte. —Draco estaba tan vulnerable que ahora a quien le afectaban las palabras era a él—. Eres débil Draco, no tienes las agallas para esto, sólo te preguntas ¿Por qué a mí? ¿Por qué tuve que ser yo quien haga esta tarea? Deberías de estar agradecido por no sufrir lo mismo que yo. —ahora Evan comenzaba a alterarse, al borde de otro ataque, al darse cuenta de eso, no dijo nada y salió de la sala dejando a Draco sólo

Cuando dio vuelta en el pasillo se encontró con Snape.

—¿Pesadillas Malfoy?—dijo con tono frío

—Estaba en la sala de menesteres—respondió de la misma forma

—Sígueme. —siguió avanzando hacia el salón de defensa y Evan lo seguía sin decir una palabra, cuando entraron Snape le indicó con la cabeza una silla que estaba ahí, por un momento Evan pensó que regresaría a lo mismo y comenzó a temblar, pero a final de cuentas, se sentó—. Tú madre me pidió ayuda, cree que lo que pasaste las últimas semanas te está afectando más de lo que se esperaba

—¿Y usted que cree?—preguntó Evan

—Creo que es verdad, no tengo especial agrado por esto, pero hice el juramento inquebrantable así que es una obligación. —saco su varita—. Tengo que ayudarte a regresar a cómo eras, ¡legeremens!

La primera imagen que se vio fue a Evan sentado en la tienda Borgin y Burkes mientras un mortifago lo rodeaba

-¿¡Quién es tú enemigo!?

-Harry Potter—susurro el chico

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-¡Hey Evan!—grito un Harry de once años al verlo entrar al gran comedor—siéntate con nosotros

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-somos tus amigos Evan, tus problemas también son nuestros—dijo Hermione alegre mirando a los otros dos chicos—nunca te dejaremos sólo

Snape salió de la mente de Evan, esperando que está sesión hubiera ayudado en algo, Evan se quedó mirando al suelo, tratando de procesar lo que vio.

—Tienes que darte cuenta quienes son tus verdaderos enemigos—dijo Snape

—Ellos son mis amigos—dijo casi inaudible

—Continuaremos mañana. —Snape salió del salón dejando a Evan sólo

—Harry es mi amigo—volvió a repetir, como si hubiera aprendido algo nuevo