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Hemos confirmado que diez prisioneros de alta seguridad de Azkaban a primeras horas de la noche de ayer escaparon, por supuesto el primer ministro muggle ha sido advertido del peligro. Tenemos sospechas de que él que planeó el escape fue el conocido asesino, Sirius Black primo de la fugitivos Bellatrix

Todos en Hogwarts hablaban del escape de dos prisioneros de Azkaban, Evan sabía que ya estaban comenzando a reclutar más gente para unirse a ellos y obviamente accedían por temor a Voldemort. Él estaba en la biblioteca ya que pronto serían sus TIMO'S y si no los pasaba podría pasar otra semana de tortura.

—Cuantos tipos de pociones hay y como clasificarlas—repitió lo que estaba escribiendo en sus pergaminos, pero escucho como varios libros caían a unos metros de donde él estaba

Dejó lo que estaba haciendo y se transformó para investigar lo más cauteloso posible, avanzó por los pasillos de la biblioteca y un gruñido detrás lo asustó, al voltear vio a Sirius también transformado.

—¿Quieres matarme de un susto?—dijo Evan regresando a su forma normal

—Lo siento, tenía mucha urgencia de verte. —Sirius también regresó a su forma normal—. Harry me contó que no has estado bien, no te han visto bien

—¿Y de verdad le crees a él?—dijo molesto por lo que Potter hizo—. ¿Te enteraste que Bellatrix escapó?

—Lo leí esta mañana. —se sentó frente a Evan—. ¿Qué te ocurre? Has cambiado mucho

—No es verdad, tal vez este era mi verdadero yo. —mintió

—No es cierto, tú no eres así y lo sabes mejor que nadie. —se levantó y se inclinó frente a Evan—. Puedes confiar en mí, pase lo que pase nunca te dejaré sólo

—¿Quieres saber que me pasa? Está bien. —Evan se alejó de Sirius—. Soy un mortifago ahora. —se levantó la manga de su brazo—. Me torturaron por días para volverme alguien que no soy, me torturan para sacarme información sobre los pasos de Harry y los demás, eso es lo que me pasa

—No tenía idea de lo que estabas viviendo. —se le quebró la voz—. No estuve ahí para protegerte, lo siento mucho

—Me di cuenta que sólo puedes protegerte a ti mismo, no puedes confiar en nadie, fueron los peores días, no pasa una sola noche sin que me levanté asustado por las pesadillas que causaron. —Evan también comenzaban a ponerse vidriosos sus ojos—. No saben el peligro que corren al estar cerca de mí, no podré aguantar más tiempo, las torturas cada vez son peores, me cambiaron Sirius

—No es cierto. —lo tomó por los hombros—sé que en el fondo todavía eres ese Evan que le emocionaba la idea de volverse animago, te prometo que cuando termine esto, te llevaré a vivir conmigo, lejos de todo esto

—No hagas promesas que no podrás cumplir. —Evan se soltó—. No quieras compadecerte por el monstruo que Voldemort creó

—Claro que cumpliré esa promesa, no te dejaré más tiempo ahí. —se quitó una cadena del cuello y se la dio—. Esto es una garantía de que vendré por ti. —Evan miro su mano y con algo de miedo se la puso en el cuello escondiéndola debajo de su túnica—. Pero antes tienes que prometerme algo, no dejaras que la maldad se apodere de ti, lucha para regresar

—Lo intentare. —Sirius asintió y se adentró en la oscuridad de la biblioteca para irse

Los gemelos Malfoy Where stories live. Discover now