don't let me go [Bubbline]

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La lección de vida que aprendí ese día fue sin duda que las personas que más quieres aveces son las que más daño de hacen.

Nunca creí que mi ángel caído del cielo se convirtiera en el demonio de mis peores pesadillas. En mi propio infierno.

¿Qué hice mal Bonni?

¿Porque besarme entonces?

Luego del beso inesperado, para cuando quise reaccionar te habías ido. De nuevo.

Intente desesperadamente hablar contigo, ojalá no lo.huboese hecho. Me gritaste, por primera vez en desde que te había conocido tu me gritaste. Tu lo amabas a él y lo que sucedió ese día fue un error, nadie debía saberlo, yo debía olvidarlo. Porque aquello estaba mal, porque nosotras no podíamos ser.

Me sentí tonta ¿Sabes? Una parte de mi guardo infinitas esperanzas de que aquello significase algo, que cierta tan especial para ti como lo fue para mi. Ilusa de mi, tu sólo intentaste desahogar tu dolor conmigo. Intentaste olvidar conmigo lo que el te hizo.

No tienes ni siquiera una pequeña idea de como me metiste con eso, Bonni. El te lastimó, lo sé, no me cansaré nunca de decir que tu merecidas algo mejor, algo que yo te hubiese dado sin contemplaciones. Pero tu jugaste con mis sentimientos. Descargaste mi corazón.

Desde ese día, después de tu beso, comprendo que me había enamorado de ti. Mi corazón se volvió loco, me sentí eufórica, en las nubes, soñando despierta con volver a probar tus labios, con un futuro a tu lado. Soñando que pudieras sentir lo mismo.

Era imposible, lo se. Tu lo tenías a él, y yo debía poner en uso mi propio consejo. Seguir adelante sin ti.

Comprendo que el amor que yo te tenía dolía mas que hacerme feliz. Que mientras para mi tu eras el.sol más brillante, yo para ti sólo fui una base de apoyo. Que tu sólo llegarías a amarlo a él y yo no tenía cabida en tu vida.

A si que decidí irme, Bonni. Irme lo suficientemente lejos para sanar. Para regresar más fuerte que nunca.

Ese día decidí dejarte ir, armarme, amarme, y cuidarme.

No pude despedirme de ti, pero siempre quise decirte antes de irme, que fuiste lo más bonito y a la vez lo más doloroso que pude conocer. Que te extraña pero prefería sonreír sin sentir mi alma romperse. Que te quería pero necesitaba quererme a mi.

Decirte que te amaba locamente, pero no lo suficiente como para seguir torturandome de dolor.