̶̶ ̶f̶̶a̶̶t̶ Fit Girl ¦ EN EDICIÓN

Second day of gym

—Hoy toca troco, prepárate noona. —susurra Jeon a mi oído con diversión.

Y yo sólo podía pensar en una cosa: Jimin... 

...traidor.

Entendía que debía descansar para prevenir, pero dejarme asolas con este niño del demonio... eso, eso es ser cruel. 

—Vamos a empezar con el ejercicio más duro pero más efectivo primero, porque estamos seguros que no van a poder hacerlo al final del entrenamiento. —sonrió SeokJin de forma casi burlona.

Los afilados ojos del rubio intercambiaron una mirada hastiada con la mía. Daba algo de miedo, la verdad. Pareciera que estuviera a punto de golpear al mayor, pero de alguna forma me caía bien sin apenas conocerlo. 

—La plancha. Vamos a ser suaves hoy, empezamos con 10 segundos y subimos según lo que puedan. A las colchonetas. 

—A tu amigo le gusta casi tanto mandonear como a ti. —mumuré, Jeon rió.

—No te preocupes, no le durará mucho esa sonrisa en la cara. —soltó el recién conocido. 

—¿Qué vas a hacerle esta vez hyung? —sonrió Jeon, mientras terminaba de estirar.

¿Esta... vez?

—Nada grave —sonrió de una forma maquiavélica —,hoy me toca elegir película y una de terror que no lo parezca será perfecta.

De acuerdo no era nada descabellado, pero esa bonita sonrisa definitivamente no me daba buena espina. Me quedé mirando sus ojos unos segundos más de lo que pretendía... ¿llevaba delineador?

Él se giró de nuevo en mi dirección. Su cara decía un claro: ¿qué miras? Pero no aparté los ojos, él inclinó la cabeza, prestándome atención, esta vez de verdad. 

—Subin empieza.

Desconectamos miradas y me coloqué en la posición. SeokJin se acercó y empezó a corregir mi postura, primero con un mano en mi codo, poniéndolo más adentro. Después en mi rodilla, insistiendo en que la mantuviera estirada, luego mis lumbares, intenté ignorar la incomodidad pero Jeon me conocía de sobra. 

—Espera hyung, le explico yo.

Este detalle no le pasó desapercibido al rubio, cuyo nombre no paraba de olvidar.

—De acuerdo, Yoongi, ponte e imita su postura lo mejor que puedas.

Él chasqueó la lengua y se inclinó resignado. Mantuvimos la postura junto a Jungkook lo máximo que pudimos antes de desplomarnos. Por supuesto el maknae la aguantó, mientras nosotros descansábamos y nos volvíamos a colocar para la siguiente repetición. Tras varias series, que me parecieron eternas, dieron por terminado el primer ejercicio.

—Muy bien chicos, las primeras tres aguantaron 15 segundos, pero vamos a seguir con los 10 esta semana, ya veremos si subimos a los 15 la siguiente.

—¿Te crees personal trainer o qué? —su voz gruesa llamó mi atención de nuevo. Ahora más, que parecía molesto.

—¿Qué prefieres? ¿Que me ponga en modo militar? —respondió SeokJin.

—Para eso ya está Jungkook-ah. —dije tirándole la toalla. 

—¡Argh noona! No quiero tu fluidos corporales. —respondió tirándomela de nuevo y cayéndome en la cara.