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Rubén me cogió de los muslos y me alzó, yo rodee su cintura con mis piernas y seguí besándole.

El beso subía de tono, Rubén se desviaba de vez en cuando a mi cuello y lo lamía, haciendo que me estremeciera y excitara demasiado. Estabamos jadeando los dos.

Rubén me llevó al baño, nos desvestimos mientras nos besábamos y nos lamíamos, entramos a la ducha y abrimos el Agua, que al principio salió súper fría y luego se calentó.

Rubén me acorraló en la pared, su pene rozaba con mi feminidad haciendo que me estremeciera mucho, él estaba lamiendo mi cuello mientras jugaba con uno de mis pechos, yo estaba gimiendo y jadeando.

A Rubén cada vez se le ponía más dura, eso me excitaba, Rubén dejó de lamerme el cuello y pasó a uno de mis pechos.

Jugaba con el pezón, lo lamía y mordía, mientras que con la otra mano masajeaba mi otro pecho, yo gemía y me excitaba cada vez más.

Luego tomé yo la iniciativa, y, levanté su cara y fui directo a su cuello, dónde dejé chupetones y lamidas, él gemía, y, en un movimiento brusco hizo que me hagachase para lamerle el pene, lo cogí con mis dos manos y comencé a hacerle una paja lentamente.

Rubén: ahg... Si... Sigue... Joder si...
-gimió-

Metí todo su pene en mi boca, lamí el glande y mordí suavemente éste, el gimió, y comenzó a embestirme la boca, hasta que se corrió dentro de mi, y los dos llegamos al orgasmo.

Seguido de esto, Rubén me alzó y me volvió a acorralar a la pared, me miró fijamente y de un momento a otro, con su mano comenzó a masajear mi clítoris, yo comencé a gemir como una loca, me excitaba demasiado.

Rubén: Mírame a la cara y dime si quieres que siga -dijo entre jadeos-

_______: Ahg.. Si... Sigue... -dijo entre gemidos-

Rubén sonrió y me besó mientras seguía tocándome, luego de unos segundos dejo de besarme y posó su cabeza en frente de mi vagina.

Rubén comenzó a gemir, sentía su aliento caliente chocar contra mi vagina, me excité mucho, gemí y le pedí que la lamiese.

Rubén comenzó lamiéndome el clítoris de una manera desesperadamente lenta, luego lo mordió suavemente haciendo que me estremeciera y gimiera, cada vez me lamía más rápido, hasta que me corrí, justo en la última lamida.

Rubén se alzó y encajó su gigante miembro otra vez duro en mi vagina para embestirme.

Comenzó lentamente, y cada vez fue subiendo la velocidad, él y yo estábamos gimiendo, yo estaba apoyada en Rubén, comencé a embestirme sola para hacerlo más excitante.

Hasta que nos corrimos, llegamos al orgasmo.

Salimos de la ducha y nos secamos ambos con la misma toalla, mientras nos besábamos. Al terminar, nos vestimos y nos acostamos a dormir con las piernas entrelazadas, yo acurruqué en su pecho.

Suicida adolescente (Rubén y tú)Where stories live. Discover now