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Pasaron dos horas y comencé a arreglarme, me puse un vestido negro manga larga, de esos que se pegan al cuerpo, me puse un poco de maquillaje y mis Vans.

Rubén estaba en el salón, estaba jugando a la play hasta que miró su reloj.

Rubén: Ven _______, vámonos beba.       -dijo sin mirarme-

Fui a el salón y le ofrecí mi mano, me miró y se mordió el labio lo cual hizo que yo me sonrojara.

Rubén: estás preciosa, joder.

Le sonreí y me dió la mano, entrelazandola con la mía, nos fuimos y noté que nos estaba esperando un coche precioso, era antiguo y eso me encantaba.

Miré a Rubén confundida y el solo sonrió, se supone que vamos a una discoteca no a un hotel de lujo.

Yo iba mirando por la ventana, la civilización se alejaba y los árboles de hacían presentes, Rubén estaba ¿Nervioso? ¿Ansioso? No lo sé, no pude adivinarlo.

El coche nos dejó en pleno bosque, había un acantilado con una especie de mirador. Bajé del coche seguida de Rubén, el cual le hizo una seña al conductor y este estacionó algo lejos.

Rubén: Mira las estrellas, son preciosas desde aquí, ¿verdad?

Lo miré a él y luego miré al cielo, no se equivocaba, son preciosas.

Rubén: aunque más bonita eres tú.

Bajé la cabeza y sentí como me sonrojaba al instante. No podía hablar. No salía ni una mísera palabra de mis labios.

Volví a mirar las estrellas, me concentré tanto en ellas, que casi me muero cuando escuché algo detrás nuestro.

Fue como el sonido de una caja al abrirse, pero super exagerado, voltee enseguida y me encontré con unos treinta globos de helio saliendo de la pequeña caja. Cada uno de ellos tenía en su interior una pequeña bombilla que hacía que el color del globo se notara más y resaltara entre las estrellas, miré la escena sorprendida, luego miré a Rubén, el cual tenia un ramo de rosas blancas y negras en la mano y una pequeña caja en la otra.

Rubén extendió ambas manos hacia mi, me costó reaccionar, pero cogí la caja.

Dentro de ella había un collar plateado, estoy casi segura que es oro blanco, tenía un dije en forma de corazón que tenía grabado ¿Quieres ser mi novia?

Me quedé en shock. Mis ojos se nublaron y esbocé una sonrisa. Mira a Rubén el cual sonreía y fui corriendo a abrazarle.

_______: Claro que quiero mi amor        -susurre en su oído-

Al escuchar esto noté una sonrisa de su parte, le abracé por el cuello y él paso una de sus manos por mi cintura y la otra por los hombros, apoyó su cabeza en mi hombro y sentí su respiración en mi cuello. Luego sentí algo húmedo. Estaba llorando. Me da demasiada ternura.

Rubén: Te amo princesa -escondió su rostro en mi cuello-

Yo acaricié su cabello y le susurré "yo mucho más"

Se separó y me sonrió, me dió la mano y con una señal llamó al conductor. Nos montamos en el coche y nos llevó más arriba aún, en un pequeño restaurante japonés.

El conductor volvió a estacionar algo lejos, Rubén me dio la mano y nos sentamos en una mesa especialmente decorada. Estaba demasiado feliz.

Rubén: Bueno, pequeña novia, para celebrar nuestra primera hora de relación oficial te he traído a un restaurante de lujo japonés -sonrió coqueto-

_______: Con que ya lo tenías todo planeado eh -rei- sabías que iba a aceptar, era obvio.

Rubén estaba apunto de hablar cuando una camarera llegó.

Camarera: Hola, buenas noches. ¿Qué desean para cenar?

¿Soy yo o se está haciendo la coqueta?

Rubén: Yo quiero arroz con curry, y una cerveza. Por favor.

_______: Yo quiero Sushi y una botella de agua.

Camarera: En seguida traigo los pedidos.

2 horas después

Ya comimos y estábamos llegando a casa, nada cansados por cierto.

Rubén abrió la puerta de casa, luego la cerró y me cogió de la cintura, comenzó a besarme con brusquedad.

Y yo le seguí.

*No me maten*
Si quieren que siga pronto, (pronto me refiero a publicar el próximo capítulo mañana/ pasado) lleguemos a 10 estrellas y 5 comentarios! Os quiero uwuwuwuwu

Suicida adolescente (Rubén y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora