Capítulo 41

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Después de organizar con Adri mi camino a la redención, regrese a casa y mis padres me esperaban en la sala.

- Que bonita hora de llegar… - dijo papá con un falso todo dulce, mi padre era fanático del drama. ¿Ya Lo había comentado?

- Lo siento, pero estaba haciendo algo realmente importante – respondí con urgencia.

- ¿Cree la jovencita que se manda sola y que ya no tiene que darle cuentas a sus padres de lo que hace? – mueve sus manos solemnemente – claro, como ahora tiene novio, ya se siente muy adulta – cuando emplea la ironía y habla de mi en tercera persona, me molesta pero el día de hoy llegue a la casa con entusiasmo y positivismo, así que el show de papá solo lo disfruto. – cuidadito con andar haciendo otras cosas que son de adultos, porque aunque tengas 18, casi 19, no eres una adulta, eres mi niña y ese muchacho solo te tiene en calidad de préstamo – sentencia.

- Papi, eres tan lindo, lo comprendo todo y te lo prometo que no estamos haciendo nada que tu y mamá no hicieran a mi edad – mis papás se conocieron en el instituto y desde entonces fueron inseparables, con una sonrisa inocente los veo, frunzo el ceño cuando veo dos tipos de reacciones; mamá se puso totalmente colorada y papá blanco como la tiza. – ¡No! ¡No, no, no, no! – grite medio histérica, ¿qué hija quiere enterarse de la vida sexual de sus padres? – me han traumado para el resto de mi vida, que malos padres son – me dejo caer de golpe en el sofá frente a ellos.

- ¡Las hemorroides! – grita mamá de pronto.

- Traumada y con hemorroides – lloro dramáticamente, mientras me resbalo como un fideo por el borde del sofá y caigo al suelo. – ¿que habré hecho en mi otra vida para merecer esto? – continuo llorando, definitivamente nadie puede dudar que soy hija de mi padre.

- Lizzy, suficiente con tu padre y su drama como para que tu también lo hagas. – suspira sonoramente mamá.

- Recuerda, pequeña Lizzy, no le des muchas alas al muchachito ese – responde como si mamá no hubiera hablado. – aunque es imposible que no se enamore de ti, pero allá él.

- Con el genio que me heredaste estoy condenada a morir sola – me levanto del suelo y me siento en el sofá.

- No sabes lo feliz que me has hecho, corazón – papá me ofrece una sonrisa arrebatadora. – soy el padre más feliz del mundo.

- Diego… - comienza mamá. Pero ya es demasiado tarde, él se ha lanzado a hablar sobre un futuro en el que  no existen hombres en mi vida, solo él.

Me parezco terroríficamente a mi padre; celosa, posesiva, mal geniada, dramática, cuenta malos chistes y muchas otras cosas. Qué horror.

Jane llega también tarde, le echaron la bronca igual, ella lo tomo de forma distinta, más seria, madura. Ella se parece demasiado a mamá. Cuando llega a nuestra habitación cada quien está en sus cosas, es como si no supiéramos por dónde empezar, un par de ex amigas incomodas y eso no me gusta. Por lo que voy hacia ella y la abrazo fuerte.

- Perdón por mi actitud de hoy, realmente soy una bruja hecha y derecha – le digo mientras aun estamos abrazadas, ella solo me aprieta mas fuerte y me sorprendo cuando empiezo a sentir pequeños espasmos provenientes de Jane. – ¿pero, qué sucede? – trato de despegarme pero ella no me deja y solo siento como llora en silencio mientras se aferra a mí.

Que mala hermana soy, deben castigarme por lo tonta que puedo llegar a ser, Jane es sensible y debí imaginar que mi comportamiento la iba a lastimar. Ahora tengo una idea de lo que hacia la gente antes, cuando se auto flagelaban para de alguna forma castigarse por caer en pecado, siento muchas ganas de lastimarme a mi misma por lastimar a mi hermana, ella junto a mis padres ocupan el número uno en mi corazón, la culpa es horrible es como una enredadera que toma cada uno de los lugares de tu alma, hasta los más oscuros y escondidos.

Tú Eres Mi Ángel [Terminada]Where stories live. Discover now