Tú Eres Mi Ángel [Terminada]

Capitulo 21

Nunca me había sentido tan incómoda en mi casa, me siento una extraña, mi papá no le saca la mirada de encima a Uriel, y este a su vez se la devuelve con su enorme sonrisa, inmune al mal humor de mi papá.

- Papi... - empiezo con mi voz melosa.

- Elizabeth. Ve a ayudar a tu madre, seguro necesita ayuda. - Mi querido, querido, querido padre, me ha llamado Elizabeth... estoy tan anonadada que he dejado de respirar. Nunca, y no exagero, nunca mi papá me había llamado Elizabeth, el fue quien nos nombró a Jane y a mi. Incluso estuvo a punto de ponerme Lizzy, tal cual. Pero mi madre no se lo permitió.

Ahora, no recordaba llamarme Elizabeth, ya que nadie me llamaba así desde... Jamás, siempre me han dicho Lizzy, siempre. Y que sea precisamente, él, quien me lo recuerde... duele.

Cuando vuelvo a respirar bien, incluso me mareo, y escondiendo mis lágrimas de Uriel, me levantó y voy a la cocina. En el camino, seco mis ojos, no quiero que mamá se de cuenta.

- Cariño, gracias por venir y ayudarme. - sólo asiento, si digo algo romperé a llorar.

- Y... así que ese es Uriel. - comienza a indagar mamá. Otro asentimiento

- ¿Lizzy, que pasa? - mamá me ve pero, yo sólo niego. - Lizzy, por favor, dime. - mamá me levanta la barbilla.Y así es como me largo a llorar fuerte.

- Es que... mi papá... mamá... m-me - sigo llorando y llorando y llorando. Un rato después cuando me tranquilizó, que dramática soy, pero mi papá tiene la culpa, le digo a mi mamá lo que paso.

-  Ay nena... tienes que entenderlo tú a él también. Eres su nena, su pequeña, su princesa.

- Pero él no hizo el terrible drama cuando Jane tuvo novio.

- Jane tuvo un novio de tres semanas, del que tu padre se enteró cuando dicha relación ya no existía, a quien no tuvo que ver con su novio besándose.

- Entendí mami, lo que pasa es que me dolió que me llamara por mi nombre.

- ¿Tú y Uriel son novios?

- Eh... más o menos - me levantó de la silla donde estaba antes y me dispongo a poner el café en un bandeja y las galletas en otra más pequeña.

- ¿Como que " eh... más o menos"?

- Es que... creo que si, pero no estoy segura.

- ¿Pero, tu crees que él si quiere hacer esto serio?

- Mamá, no vamos a casarnos.

- Tu sabes a lo que me refiero.

- Te contestaré diciendo que fue él quien me pidió venir a conocerlos, según él porque ustedes deben ser extraordinarios.

- No quisiera apresurarme pero, creo que ya lo quiero.

- Lo amaras mamá, Uriel es tan... perfecto. No se de que otra forma describirlo - Mamá lleva la bandeja grande y yo la pequeña.

- Lo que puedo decir es que es guapísimo, ¡esos ojazos y esa sonrisa!

- Lo sé, tiene una sonrisa como ninguna otra. Y es caballeroso, atento, tierno, medio bobo, pero sus bobadas solo hacen que me guste más.

- Buen Dios, esas son las palabras de una persona enamorada - Mamá suspira mientras estamos de camino a la sala.

A medida que avanzamos la voz de papá se hace más clara.

- ¿Que haces para ganarte la vida? - no lo deja que responda. - ¿Qué intenciones tienes con mi hija? ¿Cómo se conocieron? ¿Quien te crees que eres para tratar siquiera de besar a mi hija?

- Señor..

- No tartamudees, ¡habla con decisión! ¡cómo hombre!

- Papá ya basta, deja a mi amigo en paz - dejó la bandeja sobre la mesilla, un poco fuerte, las galletas saltan por el movimiento. - Él fue quien quiso conocerlos, y lo único que haces es gritarle como si fueras cavernícola.- Uriel toma mi mano y me da un suave apretón. A mi papá tampoco le pasa inadvertido el gesto y comienza a ponerse rojo.

- Tranquila Lizzy, entiendo la preocupación de tu papá, se lo que un padre puede llegar a hacer por sus hijos. - Uriel también se percata de su mirada e inmediatamente me suelta. - Si me da la oportunidad de conocerlos a ustedes y por supuesto a su hija Lizzy, me sentiría muy honrado. Sepa que su hija es maravillosa, yo la admiro por quién es, y me gustaría mucho poder salir a pasear con ella, poder besa... - le doy una patada en la espinilla, Uriel comienza a quejarse y yo me siento a su lado para que no siga por ese camino. El chico es suicida.

- ¿Que dices papi? Si quieres podemos empezar por visitas en casa.

- No.

- Papá...

- Fernando...

- Esta bien - suspira fastidiado - pero sólo cuando yo este en casa, ¿si o no?.

- ¡Si, papi! - me lanzó a los brazos de mi papá, no fue tan difícil después de todo. Desde las piernas de papá veo a Uriel iluminarse un poco, como aveces lo he visto. Me preguntó si soy sólo yo la que ve eso. Uriel me da una sonrisa y luego esta sobre nosotros, esta abrazandonos, a todos; mamá, papá, a mi, como lo hace, no lo sé.

Mamá ríe, yo río, papá solo gruñe, pero yo se que ama a Uriel, nadie puede no amarlo.

- Está bien, ya basta de abrazos en grupo. - Uriel y mamá se apartan, papá me da un beso en la frente mientras aprovecha para darme una última condición. - Y absolutamente nada de besos, ¿estamos?.

Siento que me sonrojo, pero asiento. Que penoso estar en esta situación.

- Entonces...  ¿podemos Uriel y yo ir a mi habitación?

- No tientes a tu suerte Lizzy, aún puedo echarme atrás. - sonrió porque tiene razón, eso ya fue mucho pedir, además ya me llamó Lizzy, todo esta bien. - Vamos a ver muchacho, ahora tenemos mucho tiempo para hablar, cuéntanos de ti.

- Si, queremos conocerte mejor Uriel.- le secunda mamá.

Y es así como Uriel es orillado a hablar de todo acerca de su vida, casi  le preguntan el momento en el que llegó al mundo, todo en él es fascinante, cuenta unas historias tan creativas, porque no pueden ser reales, son demasiado fantásticas.

Cuando papá le preguntó que había aprendido últimamente, estuvo a punto de hundirnos, al decir que yo le había enseñado a usar la lengua. Casi me muero, pero afortunadamente mamá lo distrajo.

Pero bueno, yo pensaba que este tipo de cosas él lo hacía a forma de broma, pero por lo que veo no es así, él es así. Va a ser agotador, suicida, pero absolutamente divertidísimo, cuidar de todo lo que diga frente a mis papás...

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Mil gracias a las personitas que están brindando su tiempo y confianza a esta historia.

Uriel, Lizzy y yo se los agradecemos...
xxx