Tú Eres Mi Ángel [Terminada]

capítulo 6

Estoy tirada sobre la cama de Jane, viendo el techo y sobre todo tratando de ignorar las burlas de mi hermana, acerca de que cupido me ha flechado, con flecha, made in Europa.

La verdad tal vez tuve una especie de amor a primera vista con chico divino pero alguien como él no se enamora de una chica como yo. Él es un 10, que digo diez, como un millón, y yo un considerable 7, no soy invisible, pero solo soy percibida por su radar, como amiga.

Lo peor que te puede pasar es ser amiga de alguien que te gusta, no es cierto decir que es mejor estar cerca a esa persona que no tener nada, yo prefiero, estar lejos de él a enamorarme perdida e irremediablemente.

- Eres tan linda cuando estás enamorada - se voltea en la silla para verme - ahora entiendes lo que siento cuando estoy cerca de Ken - suspira, poniendo sus brazos cruzados sobre el respaldo de la silla.

- No estoy enamorada -mi voz carece de convicción - además el amor a primera vista no existe, lo sabes. Eso es sólo parte de la fantasía literaria.

- Con lo que presencié hoy no estoy tan segura - tal vez tenga razón, pero no se lo voy a aceptar. ¿Después, como me la quito de encima? - somos presa del amor.

Se levanta de la silla y camina para tirarse en la cama a mi lado, me abraza y ambas quedamos cara a cara.

- Sabes que después de nuestros papás, yo soy la persona que más te conoce. - toca la punta de mi nariz con su índice - Incluso me atrevería a decir que te conozco mejor que ellos, y se que tuviste un flechazo.

》Tú y yo sabemos que el peor síntoma de un necio, cabeza dura, es negar lo obvio. - me suelta y gira sobre su espalda - Y lo que más me molesta es que lo estés negando conmigo. Sabes que puedes confiar en mi para todo. -su voz es baja, y se que esta dolida, porque si me he enamorado (que no lo estoy aceptando) eso es algo importante, que ella merece saber y yo estoy obligada a compartir.

- ¿Te cuento algo? - ahora soy yo la que rodea su cintura con mi brazo - creo que tal vez tengas razón.

Jane se gira de costado y me sonríe, con eso queda conforme. Nos abrazamos estrechamente, mi mente vagando, de nuevo, hacia el chico divino.

Pensando en él, caigo en un sueño bastante placentero.

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Cuando despierto ya es de noche y me siento totalmente desorientada. Odio dormir en el dia; me despierto, en su mayoría, de mal humor y somnolienta.

Me levanté arrastrando todos mis miembros penosamente, me estire y luego decidí bajar, ya que me encontraba sola en la habitación.

Las risas de mi familia me llegan desde las escaleras, llego a la cocina y me paro en el marco de la puerta observando a los seres que más amo en el mundo, y sintiéndome afortunada por tenerlos; no hay mejor papá, ni mamá y mucho menos mejor hermana.

- Pero miren, quien decidió honrarnos con su presencia - tres pares de ojos se fijan en mi.

- Pero si es nuestra pequeña pocahontas - papá me sonríe de la misma forma dulce de siempre.

- No, ella está en plan "monstruo come galletas" - mi mamá me reta con la mirada para que objete algo acerca de su opinión. Pero no, tiene toda la razón, ni siquiera tuve la decencia de verme al espejo antes de bajar. Debo llevar el cabello como el Rey León.

- Nah- hice un ademán con la mano - tienes toda la razón - despeine más mi cabello y cambie la voz para hacerla más grave - "Mis galletas... mmm... ¿donde están mis galletas?...mmm... - hice mi peor imitación del monstruo come galletas. Todos estallamos en risas, camino hacia mi silla y me dejo caer de golpe.

- Siéntate suavemente -me reprende mamá - no querrás ser una chica de 20 años con hemorroides ¿o si?

- Ew - tanto Jane como yo arrugamos la nariz.

- Si, eso pensé.

- ¿Y quien tiene veinte años de todos modos? -pregunta Jane - que yo sepa este año cumplimos 19.

- La hemorroides no te llega de la noche a la mañana - mamá me sirve un poco de ensalada -eso pasa gradualmente... y eventualmente a los 20 años ya las tendrías.

-Bueno, basta de hablar de traseros a la hora de cenar - papá me lanza una bolita de pan - ¿y como esta eso de que estas enamorada? - suelta la pregunta sin mas, como si fuera de todos los días. Mi papá y la sutileza no se han conocido en la vida. Esta no es la primera vez, y no sera la última.

Mamá le lanza una mirada de reproche, y mi papá como siempre se encoge de hombros como si no hubiese hecho nada y vuelve la mirada hacia mi, esperando mi respuesta.

Yo, tratando de negarlo o buscando alguna pobre excusa bajo su escrutinio, empiezo a comer mientras corre el tiempo y con cada segundo que pasa, mi cara se va transformando del rosa al color remolacha. Le doy una mirada de reojo a mi hermana que tiene la cabeza gacha como yo. Seguro está avergonzada y con razón, pero cuando estemos solas que Dios la ayude.

- No, no y no - papá suelta un gemido de frustración y deja caer su tenedor al plato, haciendo un fuerte sonido al chocar - tu también. No. - giro mi cabeza para ver a mi papá sorprendida - Yo crei que por ser la peque ibas a esperar mas y no ser como la insensata de tu hermana y enamorarte de cualquier niño tonto del instituto.

- ¡Eh! Con mi Ken no te metas que no te ha hecho nada. -Jane baja la voz para que sólo ella y yo escuchemos lo que dice a continuación - ni a tu hija.

- Claro que si, me quiere quitar a mi hija -papá hace un puchero penoso - a mi Jane.

- Awww, sólo por eso me plantearía la idea de quedarme en casa toda la vida - Jane le lanza un beso a papá.

- Así me gusta, ahora - papá vuelve a clavar su mirada en mi - te toca a ti, promete que te quedarás en casa.

- Lo siento papá pero, no puedo - aunque no suena tan mal - se que te hartarias si me quedo aquí. Así que no.

- Eres mala, muy mala - papá se gira hacia mamá - ella es más hija tuya que mía, es igual de mala que tú - mamá sólo le sonríe. Papá toma su tenedor de nuevo -no importa, su madre tampoco se quería quedar, pero la convencí, no creo que con ustedes sea diferente - papá nos señala a las dos con su tenedor - ustedes por naturaleza me aman, esa ya es una batalla ganada.

Papá nos guiña el ojo y creo escuchar que las tres suspiramos. Si, creo que podría pensarme eso de quedarme en la casa por el resto de mi vida...