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La Apuesta

Me desperté con una sonrisa. Hoy esperaba que el día estuviera de mi parte. Me bañe, busque ropa que era un conjunto de una camisa de manga largas blanca que decía "smile you are beautiful" en letras de todos los colores, me decidí al final por ponerme unos pantalones cortos rosados y mis vans azules. Parecía un arco iris.

Conciencia:
«Creo que estas enferma. Bueno, estamos enfermas porque tu y yo ya sabes a lo que me refiero. Sin colores que no sean tristes ¡WOW!»

¡Pues hoy estoy feliz! Me dije a mi misma. Me puse los audífonos y puse -happy-pharrell Williams. Era extraño estar tan contenta pero de todo salí de la habitación.

¡Hola!—Dijo con una sonrisa—Te estaba esperando.

¿Jean? ¡Lo que me faltaba! ¿Por qué me hacen esto? ¿Por qué?
Yo soy buena y inteligente tal vez soy gruñona y mal hablada ¡Pero porque él y no Sebastian! Agh, en serio la vida es tan puta.

—¿Que quieres ahora Laureencen?-Rode los ojos pasando una mano por mi cara con molestía.

Pues no se. ¿Darte duro contra el muro?Dijo con una sonrisa pícara. Idiota.

Sólo imaginense a unos de esos chicos tumblr's y ya tienes a Jean. Y tratando de imitar a Christian Grey de forma barata.

JA. JA. JA. Me parto de risa. Hablo en serio, Jean ¿qué quieres? No tengo todo el tiempo del mundo para darte.

Bueno...—Dijo alargando la "o".—Quiero que me hagas un pequeño favor...

Le interrumpí antes que terminara de hablar.

Tu pidiéndome algo a mí, a la nerd, la chica la cual te burlas.—Dije a riendo carcajadas. Y decían que venían cosas peores para el mundo. ¿Apocalisis zombie? ¿Invasión de aliens? ¿Gozila? Nada se comparaba con lo absurdo que era esto.

Jean.

Te tengo una apuesta mi gran amigo, compañero del alma.—Dijo Cameron viéndome con una sonrisa malvada.

Que tramará este estúpido ahora. Nada bueno debía ser, ninguna de sus apuestas terminaban bien.

—¿De que se trata?Dije mientras hacia mis adominales diarios. Ejercicios y después la vida.

Pues... Di qué si primero.—Dijo suplicando mirándome.

, niño—Dije sin pensar. A veces Cameron se comportana como mi sobrino de ocho años, que digo. Mi sobrino tiene mas sentido comun que mi mejor amigo.

Tienesquehacerquelexiseatunoviaporunasemana.—Dijo tan rápido que no le entendí.No me mates por favor.

—¡No te voy a matar! ¡Habla bien! No se te entiende nada.—Bufé secándome la cara con la pequeña toalla blanca que tenía a mi lado.

Tienes que hacer que Lexi sea tu novia por una semana. Fácil.

Pero que diablos te fumastes.

Pues me fume la felicidad.

–¿No hay alguien más idiota en este mundo?—Dije en tono burlón.

No, pero hablando en serio, tu me hiciste la apuesta de besar a la profesora. Ahora no te quejes que es más fácil, tu solo usa tus dones de don Juan y ya.—Dijo como su fuera tan fácil.

Lo admito, es todo mi culpa. Bueno, mía del todo no, las chicas se lanzaban a mis brazos y yo, Jean Laureence no me negaba a los placeres que habían aquí en La Tierra. No eran super modelos porque al verlas sin ropa se notaba que usaban relleno en el bra.

¿Y que le digo? Lexi mi amor perdón por todas las burlas que te hice ¡Quieres ser mi novia!Dije alterado frunciendo el ceño.

No, estúpido. Agh, sólo conquistala y ya dile que siempre estuvistes enamorado de ella por eso la molestabas y todo ese BLA BLA BLA.-Dijo con tanta paz y tranquilidad. Como si fuera tan fácil, esa chica era demasiado rara para mi gusto, pero una apuesta era una apuesta.

Pero no es tan mala idea después de todo...

Mi vida en soledad [Editando]Where stories live. Discover now