4

811 34 2
                                    

Nuevo Amigo

Otro día hermoso en mi bella y fantastica vida  vida.(noten el sarcasmo.) Me levanté de mi cama ya que si no asistia a clases reprobaría y otro año mas en este infierno me consumiria. Fui al baño. Me miro en el espejo pasando mis palmas restregando mi cara.

Conciencia:
«Oye no sabía que te habías cambia tu color de cabello. Y algo más te vez horrible.»

—¡Ahhh!Grite cerrando mis ojos.

Tenía que gritar, tenía que sacar todos los sentimientos y pensamientos que tenía. Bueno, después de esa descarga de sentimientos tengo que volver a la realidad. Me metí en la ducha, después de 5 a 6 minutos salí, me envolví en una toalla. Busque en mi armario si había algo lindo para ponerme hoy.

Pero en que estoy pensando si me pusiera algo bonito, ya no se vería bonito en mi. Pensé. Bueno y hice lo que hago todos los días lo primero que vi me lo puse. Una camisa de mangas largas negra un jean y mis converse negros. Me cepille el matojo azul que tenía por pelo por la culpa del mono-gorila-idiota-mujeriego (alias Jean). Juro que esto no se va a quedar así.
Busque mi teléfono y audífonos y puse música de litter mix -Good enough- en específico. Salí de mi habitación algo despistada.

¡Y PUM!

Cuando siento que choco con alguien callendo al cielo. Alce la mirada y me encontré con unos profundos ojos azules ¿Quieren era este tipo? Yo no se. Pero juro que bajó del Olimpo.

—¿Perdón, estas bien?Dijo el con cara preocupada mientras me inspeccionaba.

–Emm... S-si.Dije tartamudeando. Me había quedado boquiabierta.

Mierda, solo a mí me pasaba esta atrocidad.

¿Segura? ¿No te hicistes daño.—Dijo tocándome la cabeza buscando alguna contusión.

Esto es un sueño. Dios un chico siendo lindo conmigo. Esto debe ser mentira.

Conciencia:
«Yo tú, me lastimaría mas a menudo.»

Si... Estoy bien.Dije sin tartamudear. ¡Magnífico!

–okay. Que despistado soy... Mi nombre es Sebastián Green. El tuyo es...—Dijo el magnífico modelo, digo Sebastián

—Emm... Yo, Lexi, Lexi O'conner.—Le dije a ese Dios griego que había nacido y había venido a la vida.—¿Eres nuevo verdad?

Si, y que bueno que me encuentro con alguien ¿Me harías un favor?Dijo mirándome con esos ojos. Eran realmente hermosos.

Claro.Asentí sin tan siquiera pensarlo unos segundos mientras me levantaba del suelo.

Me enseñarías la cárcel... ¿Dije la cárcel? ¡Quise decir instituto!Dijo soltando una risa.

No te preocupes, yo también le digo así.Le sonreí cálidamente.

Me cae bien.

Conciencia:
«Claro te cae bien ¿por qué? ¡Porque esta bueno!»

—¡Cállate!—Grite en voz alta.

–Eh... Pero si no he dicho nada.—Dijo Sebastian.

¡Esperen, lo dije en voz alta! ¡Que me trague una ballena!

No, no era a ti.—Murmuré con las mejillas sonrojadas. Negué con la cabeza.

Ay, pero que bella es mi vida. ¡PUTA!

—¿A dónde quieres que te lleve?Pregunte arreglando mi camisa.

Por todo el instituto.—Se alzó de hombros.

Después de ese largo día, muy largó mejor dicho. Habia averiguado que Sebastian se habia mudado hace poco a South Village, su padre era taxista y su madre cuidaba a una pareja de ancianos, tenia un hermano mayor llamado Max pero no se veía mucho con el, y que queria estudiar enfermería después de graduarse.

Emm... Gracias por enseñarme el institutoDijo Sebastian mientras me sonreía calidamente

No hay de que.—Me alzo de hombros restandole importancia. Era lindo hablar con alguien de cosas esponteneas.

Saben no me la había pasado tan bien en años, no, mejor en mi vida no me la había pasado tan bien. Primero fue tenso, pero después fue gracioso.

Oye, ¿podemos ser amigos?Dijo con las mejillas sonrojadas.

¡Pero que lindura de hombre!

—!¿Estas bromeando?!El puso una cara como de tristeza—¡Claro que podemos ser amigos!Dije dando saltitos.

¡Por poco lo beso con la emoción! Okno.

—¡Excelente!Dijo con una sonrisa del gato de Alicia. Ok... ya me estaba asustando.

–¿Nos vemos mañana?

—¡Claro!Respondí con una notable felicidad en mi rostro.

Hasta mañana lindura que duermas con los ángeles. Ah, me gusta tu cabello asi.—Me dijo y me dio un beso en la mejilla.

Un beso. ¡Un besito uno chiquititooo!
Estaba toda sonrojada. Y si voy a dormir con los ángeles. ¡Contigo! Además habia dicho que le gustaba mi cabello. Cada uno se fue a su habitación. Me di una ducha. Busque mi pijama de ositos. Infantil me dirán pero es muy cómoda y suavecita. Me puse mis audífonos. Y después de una hora me dormí.

--------
Sebastián en Multimedia

Mi vida en soledad [Editando]Where stories live. Discover now